Euclides Acevedo es el nuevo Ministro del Interior del gobierno del fraude. Su nombramiento se dio “llamativamente” luego del tuit del embajador norteamericano McClenny, en el que lanzaba críticas a Mario Abdo y mostraba una especie de retiro de apoyo al escuálido gobierno.
Acevedo, además de masón, es un elemento al servicio del capital imperialista capitaneado por los EEUU. Amigo de las patronales fraudulentas y con altísimo grado de incoherencia, Acevedo asume como secretario de cartera del gobierno al que hace poco tiempo estuvo criticando de manera implacable.
En su primera arremetida ya reprimió a indígenas en Pedro Juan Caballero y a tomateros en Coronel Oviedo, en una clara muestra de su papel de gendarme de los intereses mafiosos, atendiendo a que la desigualdad social en nuestro país es el resultado de la mafia y la narcopolítica que, ante el reclamo de vivienda (como en Pedro Juan Caballero) o de combate al contrabando (como en Cnel. Oviedo), moviliza al servil Acevedo para que responda con represión al pueblo empobrecido que se atreve a protestar. A todo esto, no nos debería sorprender el actuar de Acevedo si, además de su total sumisión a los intereses del capital imperialista y fraudulento, recordamos que en enero de este año se había referido positivamente a los ministros de esa vergüenza mundial llamada Bolsonaro, diciendo que casi todos ellos eran sus “hermanos” de logia.
Nuestra historia, desde 1870 a esta parte, está plagada de usurpaciones y dominación de intereses extranjeros contrarios al bienestar mayoritario e independiente del pueblo paraguayo. Y en tiempos del tirano Stroessner, tanto la total genuflexión y entrega del patrimonio nacional como el saqueo, el narcotráfico y la corrupción se convirtieron en ejes dominantes del Poder en el Paraguay.
El economista Luis Rojas, en su libro “La economía durante el stronismo”, demuestra el protagonismo de la dominación norteamericana en la economía, las finanzas, las cuestiones militares y el desarrollo de métodos de tortura a la disidencia política. Como nunca antes en nuestra historia, los préstamos y las donaciones norteamericanas se multiplicaron varias veces, desde que Stroessner se convirtió en el tirano del Paraguay.
Los EEUU fueron principales impulsores y sostenedores de la entrega, el saqueo y el sangriento terrorismo de Estado de la tiranía stronista. El grado de extranjerización de la economía paraguaya en tiempos de Stroessner, según Henry Ceuppens, citado por Rojas en el mencionado libro, era alarmante. El 90% del sistema financiero, el 30% del territorio del país, el 20% del ganado vacuno, más del 80% de las exportaciones, eran controlados por capitales extranjeros, nos comenta en su texto.
Lamentablemente, sin una fuerza dirigida por la clase trabajadora del campo y la ciudad, es imposible que superemos los niveles de corrupción, súper explotación, saqueo, violencia y terrorismo en nuestro país, y menos cuando quienes fungen de gobernantes son meros títeres de los intereses imperialistas, como todo el actual gobierno del fraude, incluido Euclides Acevedo, impuesto por “orden superior”.