Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
El camino de la libertad en el Paraguay ha sido siempre bastante tortuoso y difícil. No ha sido más que reconocido a sus grandes forjadores. Cuando esas personas ya estaban fallecidas hace mucho tiempo. No somos un pueblo muy grato con aquellos que buscan hacernos vivir mejor. Al contrario, nos recordamos y durante mucho tiempo de quienes nos robaron las ilusiones, los que desperdiciaron la oportunidad de gobernando por corto, por mediano o por largo tiempo.
El Paraguay necesita rescatar el sentido de la libertad y para eso hay que hacer pedagogía. Hay que enseñar qué significa vivir en libertad. Asumir la autonomía que presupone vivir en libertad y el respeto hacia el otro. Vivir en libertad significa comprender que la dimensión de uno se proyecta en el otro, y así hacemos un colectivo que realmente sienta, valore, luche, defienda su libertad cuando algunos pretenden ser, sanarlas o acabar con ellas.
Necesitamos un pueblo más instruido en libertad. Y necesitamos recursos que sean destinados apropiadamente para dicho fin. Eso no sólo se habla de la materia de la educación formal, sino también de la cantidad de dinero que piden los partidos políticos para que se les subvencionen, y sin embargo, cada vez tenemos una mayor pobreza en la calidad de la política y en la valoración de la libertad.
