Por Griselda Yúdice
El largo y ya insostenible periodo de sucesivos gobiernos colorados llegó a su pico de calamidad con la actual gestión. Su barbarie llegó al colmo de celebrar la muerte de dos adolescentes, cuya identidad no pueden confirmar hasta ahora.
El propio presidente Mario Abdo Benítez viajó hasta Concepción para encabezar el espantoso festejo. Los principales medios de comunicación acompañan esta infamia, describiendo el hecho como golpe exitoso, absurda complicidad.
Este acabose deja al Estado como vil propagador de rumores en su intento desesperado de justificar su criminal actuar pero su responsabilidad es clara, no pueden considerar como una victoria el asesinato de dos adolescentes, en todo caso si sus rumores se confirman, la responsabilidad era rescatarlas jamás abatirlas.
Justo cuando el Gobierno colorado hace aguas por todos lados resurge convenientemente un supuesto enfrentamiento con el EPP. Esta vez su cortina de humo es intolerable, humo teñido de sangre, sangre de dos adolescentes. Disipemos ese humo y veremos lo que son, criminales, criminales en el poder.
Salud Pública no logra ni cubrir decentemente las llamadas del Sistema 154, los agendamientos de tets son para dentro de dos semanas, el mejor consejo que te dan es que imprimas tu certificado de reposo y te encierres 14 días, ante semejante abandono las personas caen en la desesperación y peligrosa automedicación.
Los negacionistas difunden de forma masiva sus teorías de conspiración impunemente ante la tibia reacción de las autoridades de salud.
También sus estadísticas son triunfalistas cuando esta cartera debería lamentar cada enfermo y enferma y cada persona fallecida. Una o veinte, todas las vidas importan. Es criminal llegar a la circulación comunitaria del virus sin mayores medidas paliativas, solo estamos a merced de la suerte ahora mismo.
Los dos días del Mandatario en Concepción debieron ser dos días presionando al Ministro de Salud, Julio Mazzoleni, exigiendo mejores respuestas a la crisis sanitaria, no dejarnos a la buena del azar.
