Ma. Paula Oddone
Psicoterapeuta infanto-juvenil
CEP
En estos tiempos de cuarentena, en los que priorizamos el home office antes que salir a trabajar, se está haciendo difícil poder ayudar a nuestros niños y niñas a diferenciar dos momentos: cuando mamá o papá está trabajando y cuando está disponible para mi y jugar conmigo.
En primer lugar es importante recalcar que es una situación difícil tanto para nosotros adultos, como para ellos, niños y niñas. Para poder lidiar mejor estos momentos, en orientación a padres trabajamos la importancia de anticipar y crear espacios donde prime la atención positiva con los más pequeños de la casa.
Cuando anticipamos, les estamos informando cuando sí podrán hacer eso que nos están pidiendo. Por ejemplo: “cuando termine de trabajar, en media hora, vamos a jugar juntos con tus dinosaurios” o “ahora es momento de almorzar, cuando terminemos todos, vas a poder ver tu programa favorito”. De esta manera los niños y niñas saben que pronto, van a poder hacer lo que les gusta o causa placer y, además, reducimos su ansiedad o malestar por esperar un momento deseado.
Expertos llevan investigando mucho tiempo la “atención positiva” y su eficacia en cuanto al comportamiento deseado en los niños y niñas. La misma puede darse en forma verbal (“sos un campeón cuando te esforzas por hacer tus tareas”o “si que sos una niña grande cuando jugas a los bloques con tu hermanita mientras yo trabajo”) o en forma no verbal (abrazos, caricias, un al pelo, un suave beso) adaptándola a la edad de nuestro niño o niña. Como podrán ver en los ejemplos, no buscamos solamente decirles que lo están haciendo bien, sino que tratamos de ser específicos con qué acción es la que nos agrada o la que esperamos de parte de nuestro niño o niña. La idea es que pueda notar que con esta conducta sí recibe atención “buena” de nuestra parte. Esto refuerza a la buena conducta y ayuda a que la misma se repita y permanezca en el tiempo.
Utilizando la anticipación y la atención positiva con nuestros niños y niñas ayuda a formar una vínculo más fuerte con ellos y, que de esta manera, crezcan en un ambiente de más seguridad y contención, lo cual es óptimo para su desarrollo.