Por Benjamín Fernández Bogado
A estas alturas nadie duda de que el Gobierno debe dar un fuerte golpe de timón a la manera como ha venido administrando no sólo la crisis del Covid, sino el país en su conjunto. Estamos ante una verdadera crisis de gobernabilidad como resultado de la incompetencia, de la negligencia y de la falta de empatía del gobierno con la población. Este divorcio, esta grieta que se ha afirmado mucho mayor en los últimos días con la cantidad de muertos y con los efectos que ha tenido la corrupción en la compra de insumos médicos, nos lleva a pensar de que la única manera en que Abdo podría recuperar la confianza ciudadana pueden pasar por el cambio completo de su gabinete. La conformación de un gobierno de coalición que realmente haga frente no solo a esta pandemia, sino a la post pandemia, que haya señales claras de sancionar a los corruptos que tuvieron envueltos en el caso de la compra y venta de insumos médicos y de ser absolutamente inflexible con todos aquellos que se encargan de robar material y moralmente el ánimo y la economía de la gente.
No podemos seguir sosteniendo un gobierno en estas condiciones. Abdo no puede continuar como si nada de esto importara. Simplemente confiando en que otros escándalos como la cuestión del casamiento de la hija de Cartes, la delación premiada de su hermano del alma, van a ser elementos suficientes como para distraer a la gente. No es tiempo de distracciones, es tiempo de acciones. Y el gobierno debe dar un golpe de timón si no quiere terminar a la deriva.
