Por Benjamín Fernández Bogado
Nadie puede presumir lo que se viene a futuro en el mundo, especialmente después de lo que se denomina la búsqueda de la nueva normalidad. En la mayoría de los casos hay expectativas de que sea mucho mejor de lo que habíamos tenido antes de que el Coronavirus se extendiera por todo el mundo. Algunos hablan que será que seremos más conscientes de las cuestiones medioambientales y estaremos viviendo en un nivel de menos consumo y de mayor austeridad. Son algunas de las teorías. Otros afirman de que estaremos más centrados en las cuestiones que importan y no en las intrascendencia en las que hemos perdido demasiado tiempo durante los últimos años, que vamos a tener también una economía más ordenada.
Los cuatro grandes ricos informáticos del mundo se reunieron con la gente del Congreso de los Estados Unidos que están preocupados porque tienen una concentración de riqueza enorme. Ganan 28.000 millones de dólares cada tres meses. Eso significa que las cuatro empresas tienen un nivel de facturación por encima del Producto Interno Bruto de varios países de economías combinadas. Pero fuera de eso, también han afirmado que aportan mucho en términos de tributos y emplean a millones de personas. Sólo el distribuidor de Amazon, Jeff Bezos, dijo ante el Congreso de Estados Unidos esta semana que emplea un millón de personas y que paga 15 dólares la hora a sus empleados, el doble de lo que se paga normalmente en otras empresas. Ahora comienzan las cuestiones a reajustarse entre las grandes desigualdades que se generan entre los concentradores de riqueza y una gran cantidad de personas que están viviendo en la marginalidad.
Están tan asustados que la institución más confiable de Estados Unidos, su dirección de correos, a través de la cual estarán votando a los norteamericanos el 3 de noviembre, es calificada de posibilidad de fraude por el señor Donald Trump con 15 puntos por debajo en las encuestas, frente a Biden que ha pretendido que se pospongan los comicios porque no quiere perder, cuando en realidad hay más de 40 millones de norteamericanos que cobran sus cheques de manera religiosa y puntual a través de la dirección de Correos. Grandes confrontaciones en el mundo en los tiempos actuales y grandes dudas y tribulaciones acerca del futuro que nos espera.