Uno de los grandes fracasos más grandes de Cartes es la construcción del metrobús. Ahora el ingeniero Pankow que ha hecho una deposición ante el Congreso afirma que el mecanismo establecido detrás de la ejecución del proyecto no tenía otro objetivo que el de blanquear dinero.
Esta es una cuestión mucho más grave que sigue involucrando severamente a Jiménez Gaona, el titular de obras públicas que se había opuesto a la construcción del metrobús y luego alentó, promovió y defendió todas estas cuestiones, nos demuestra cada vez más de qué forma la corrupción se ha metido en la gestión de la cosa pública y el alto costo que tiene para todos los paraguayos cuestiones de este tipo.
El metrobús paró la actividad comercial de gran parte de la ruta Mariscal-Estigarribia y afectó a sanlorenzanos, a fernandinos, que quebraron y dejaron pasar innumerables oportunidades debido a la lentitud del trabajo.
Los portugueses que contrataron a una empresa paraguaya para llevar adelante el proyecto, ahora no solo quieren cobrar por lo que dejaron de hacer, sino quieren cobrar aún más porque el Estado les había cancelado el contrato. Todo esto es una muestra del daño que nos hace la corrupción y de qué manera tan inficionada se encuentra ella en un país donde la impunidad le da alas sueltas a este esquema para trasquilar el país.
