Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
No cabe duda que tenemos una salud pública marginal e insensible, con falta de previsión y respuesta. Si miráramos los números en términos de cuánto tendría que haberse gastado para colocar en nuestros centros sanitarios en perfectas condiciones para evitar los efectos del coronavirus, vemos un fracaso absoluto, solo se ejecutó 4% de un total de casi US$ 100 millones.
El año pasado solo se ejecutó el 46% del presupuesto, y en todas las compras que realizaron hay casos de corrupción que empañan notablemente las mismas en términos de calidad de los productos. La salud pública paraguaya debe estar en cuarentena y ser intervenida, no debe continuar de la misma manera, se les dan recursos y no saben cómo gastarlos en provecho de la gente, cuando se les dice que hay que preparar las condiciones del país, tampoco lo hacen.
En el Paraguay solo existen 200 camas de terapias intensivas y hay solo 200 terapistas preparados en toda la república. Para que tengamos idea, necesitamos aproximadamente 1.000 camas, pero si las tuviéramos, no tendríamos el personal capacitado para dicho efecto. Pasa lo mismo con esta cuarentena y los problemas mentales.
El Paraguay es el país con la menor cantidad de profesionales médicos capacitados en cuestiones mentales, léase psiquiatras, eso significa que no tenemos la posibilidad de enfrentar casos como los que se lamentaron en los últimos días, donde un policía que debería haber tenido atención profesional, no la tuvo, y acabó con la vida de 6 personas.