Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
La Cámara de Diputados ayer decidió que los trabajadores, empleados de las binacionales no sean sujetos de las restricciones que plantea el proyecto del senador Godoy que dijo que nadie debería ganar más que el presidente de la República cuyo salario es de G. 37 millones. En las binacionales solo en chofer de Nicanor gana G. 50 millones, esa es una cifra absolutamente contraria a cualquier racionalidad, qué mérito tiene el chofer de Nicanor para ganar G. 50 millones o por qué Nicanor Duarte Frutos gana 7 veces más que su par argentino.
Una de las razones que suelen argumentar desde el lado paraguayo es que debemos ganar lo mismo que se les paga a los argentinos y los brasileros, pero los argentinos ganan mucho menos que el chofer de Nicanor. Entonces por qué tendrían los paraguayos que además tienen 3 veces más la cantidad de los argentinos estar cobrando dichos salarios que son obscenos, pornográficos, por la pobreza que tiene este país y la calidad del trabajo que realizan.
En Yacyretá y en Itaipú hemos pagado millonarias sumas estos años. En Yacyretá con todos sus recursos no se dieron cuenta que no habían construido líneas de transmisión para llevar la energía desde Ayolas hasta otros puntos del país, cosa que sucedió también en Itaipú. Ya no digamos las veces que se entregó soberanía en otro tipo de acuerdos financieros. O sea, estamos pagando mucho y mal a personas que no tienen capacidad para hacer la tarea como debieran y que se creen parte de una casta superior que en un país llamado República del Paraguay no es admisible por el criterio de que somos todos iguales ante la ley en esta República.
El argumento de que eso está establecido en la ley y que eso no puede cambiarse porque hay un convenio que lo ratifica no es verdad, el mismo convenio firmado con Brasil y Argentina dice que cada parte de la República que administra Itaipú o Yacyretá es absolutamente soberano para fijar sus normas con sus trabajadores. Hay que volver a la racionalidad de lo que significa administrar correctamente los recursos públicos.