Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Muchos compatriotas están retornando de los países donde fueron a encontrar trabajo y encontraron un espacio para realizarse. Todo paraguayo tiene derecho a habitar esta tierra y debería existir un plan para acoger a los que vienen de afuera y no hacerlo con una especie de desprecio por la posibilidad de que vengan contaminados por el virus.
Tenemos más de un millón de paraguayos viviendo solo en Buenos Aires y en Gran Buenos Aires y en la Argentina alcanzando casi un millón y medio, unos 200 a 300 mil en Brasil, más de 100 000 en España y varios en EE.UU.
Debería pensarse en un plan de repatriación procurando saber qué es lo que conocen para aportar al país de su experiencia que tienen fuera de nuestra tierra, pero hay una cosa que debemos más que consentir que es el hecho de que tienen todo el derecho de volver y radicarse en el país y nosotros tenemos la obligación de prepararles las condiciones de arribo, de cobijo, capacidad para comprender sus saberes y conocimientos y con ellos lograr un mejor destino.
El mundo se volverá mucho más hostil hacia el extranjero y es el tiempo de buscar que nuestro país deje de expulsar a sus ciudadanos hacia el extranjero y volvernos orgullosos del envío de remesas que hacen anualmente cuando eso implica una serie fractura del nucleo familiar y de carácter social.
El Paraguay necesita población y esa gente que está afuera requiere volver para no solamente convertirse en un factor demográfico mayor, sino un factor que permita alcanzar niveles de desarrollo más alto que los que tenemos en la actualidad.
