Al reflexionar sobre los problemas que como sociedad enfrentamos, se concluye que las políticas públicas deben ser integrales, por ejemplo para que los niños aprendan deben estar bien nutridos, con buena salud y sus entornos familiares ocupados de manera formal.
Para CEPAL, la protección social abarca una variedad de políticas y acciones que deben promover el ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC) en el mercado laboral, la alimentación, la salud, las pensiones y el cuidado; así como el logro de ciertos niveles dignos de ingreso.
Cerca de 848.206 personas dejaron de ser pobres en Paraguay entre 2009 y 2018, pero persiste el 24,2% de la población en situación de pobreza y el 4,8% en situación de pobreza extrema, ubicándose geográficamente en mayor proporción y severidad en el área rural (datos de la DGEEC). Los programas sociales han logrado avances en los últimos años, sin cubrir aun el déficit en el acceso a los servicios sociales básicos en gran medida debido a las debilidades en la coordinación, articulación e integralidad de estos programas entorno a un sistema de protección social.
El nuevo “Sistema de Protección Social: Vamos!” en construcción, apunta a ser una política pública que coordina y articula estrategias de intervención entre instituciones del sector público, permitiendo a la ciudadanía el acceso a prestaciones sociales con enfoque integral, de derechos y de ciclo de vida, con especial énfasis en niños, jóvenes, mujeres, pueblos indígenas y personas en situación de vulnerabilidad. Las iniciativas de articulación planteadas abordan temáticas que contribuyen al cumplimiento de los ODS 1 Pobreza, 3 Salud y Bienestar, 4 Educación y 8 Trabajo decente y crecimiento económico.
La construcción de un Sistema de Protección Social que genere las condiciones para la ampliación de oportunidades, respaldado por una inversión social garantizada, es el desafío que enfrenta el Estado como garante de derechos.