En el Paraguay estamos a dos meses de iniciada la pandemia. Todo lo vivido hasta el momento podría tener un impacto devastador sobre el desarrollo sostenible, profundizando desigualdades e inequidades, y deshaciendo el progreso alcanzado hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por lo cual la respuesta nacional debe ser efectiva a escala y celeridad.
En las últimas semanas hemos asistido a una serie de publicaciones de prensa, donde personas de altos cargos públicos se vieron salpicados por sospechas de corrupción mediante las compras urgentes por la vía de la excepción, con posible incremento de los costos de los insumos médicos hasta en 10 veces su valor y entregados por la empresa proveedora con estándares distintos a los esperados, por lo cual han sido rechazados, habiéndose dado adelantos y siendo los oferentes adjudicados, empresas de maletín.
Los indicios son tan claros que se han producido renuncias con efecto domino en varias instituciones públicas. Todas ellas derivada de la presión ciudadana y del periodismo comprometido en combatir estos casos. Sin embargo, hasta la fecha ningún alto funcionario salpicado por un hecho de corrupción ha sido destituido por el Poder Ejecutivo.
Este último, debe enviar señales claras que sus intenciones de transparentar y rendir cuentas deben ir acompañadas de medidas de deshacerse de colaboradores inescrupulosos que lucran en medio de las carencias con las que estamos enfrentando la pandemia. La lentitud de respuesta del Poder Judicial a las pruebas de hechos delictivos nos hace dudar de que los hoy corruptos funcionarios y empresarios, sean investigados con la debida diligencia y finalmente juzgados. Igualmente es imperativo que, en el proceso de disminuir los hechos de corrupción, el PJ se pronuncie sobre la publicidad de las declaraciones juradas.
Entre tantas posiciones publicas, me pareció a lugar el llamado de la Red de Democracia y Transparencia que hace un exhorto a las autoridades de los tres poderes del Estado y al Ministerio Publico a usar de manera rápida los resortes legales y éticos para tomar medidas urgentes que muestren el compromiso real de combatir la corrupción y hacer que las personas sean juzgados y remitidos a prisión tanto los funcionarios públicos involucrados como los empresarios que lucran con la urgencia del momento.
Desde la Red instan a la ciudadanía y al periodismo comprometido a observar de manera alerta y responsable, y denunciar cualquier caso del que tengan conocimiento, donde el dinero para la salud de todos los paraguayos sea desviado hacia el enriquecimiento de unos pocos. Finalmente, rescatan el esfuerzo y la solidaridad de la sociedad paraguaya en estos momentos e instan a mantenerse fiel al cumplimiento de las medidas de flexibilización y a promover la ayuda y consideración entre todos los paraguayos.
Ante todo lo dicho, si rápidamente no se conecta con la ciudadanía, en breve dejara de ser el «Presidente de la gente».
