Hace poco en el programa “Contrapoder” en Radio Libre escuché a un oyente decir; “…y los jóvenes dónde están? al plantearse la pregunta a quién más deberían echar fuera de Payo Cubas, ex senador apartado como parlamentario por sus últimos hechos protagonizados dentro y fuera del congreso. Eso fue en el periodo anterior. . El mismo fue condenado por sus colegas parlamentarios muchos de ellos con gestos y actitudes peores. Ese mismo Congreso donde no queremos que sea usado como circo y donde los payasos sean pagados por sus acrobacias o disparates siguen las cosas igual. Muchos fueron elegidos para trabajar por nosotros los contribuyentes, quienes nos merecemos respeto, atención y cuidado por sostener por un elevado costo a los parlamentarios que son nuestros mandatarios que deben cumplir lo que nosotros sus mandantes ordenamos.
Volviendo a la pregunta del oyente donde están los jóvenes ahora resulta que en partido de gobierno, el colorado, se cancela la votación de nuevas cabezas en su división joven sin fecha a definir todavía porque las demandas y malos ejemplos de sus mayores dominan su acción.Mientras el país sigue debatiéndose en su mismo círculo habitual de poca producción y renovación política.
Vigorosa participación
Es tiempo de asumir el rol de ciudadano y participar más activamente en los hechos que día a día somos testigos taciturnos mientras en el silencio el robo continúa. Participar es darle sentido a la democracia y a la Republica.
Que este intervalo no dure mucho porque la vida continua aunque las luces se apaguen y el silencio inunde el ambiente.
No podemos decir que no hay medios para informarse y aprender lo que queramos, como joven hago un llamado a ese bono demográfico silencioso o hipnotizado en sus pantallas no se deje engañar por las mentiras virtuales o el mundo consumista de objetos materiales donde no hay más que el deseo de sus ingresos que deben ser ahorrados o invertidos en sus futuros. Algo difícil de encontrar en países improvisados que se encuentran con manifestaciones grandes por no cuidar o prever sacudidas sociales que estallan por no tomar en serio sus demandas.
Los jóvenes somos convocados y más en este país con una mayoría del 60% menor de 35 años. Es cuestión de asumir la realidad y buscar transformarla.
