El trabajar consiste en ocuparse en cualquier actividad física o intelectual en un lugar y tiempo determinado. Aunque sea leído cómo una práctica del “viejazo”, por el hecho de estar conectados casi siempre con nuestro empleo por los dispositivos utilizados para comunicarnos o entretenernos.
La Universidad de Münster en Alemania ha analizado durante seis meses si trabajar cuatro días y cobrar cinco haría más feliz al empleado en y con su trabajo, es lo que buscamos los alemanes, paraguayos, asiáticos, africanos y habitantes de cualquier parte del mundo en relación a nuestro empleo que no solo debe tener comodidades básicas cómo un sanitario en condiciones donde podamos hacer nuestras necesidades sin problema. Un lugar de recreación o para alimentarnos con tiempo. sin presión o demandas laborales.
Trabajar menos por el mismo salario y con el mismo resultado: supuestamente, esto sólo es posible con una mayor productividad. Y mayor productividad suena inicialmente a más estrés y una mayor carga de trabajo. Sea cómo sea no es lo que busca tener el empleado en su trabajo, que no solo debe reunir las comodidades y medidas de seguridad para su vida y salud. Sino incluso de tener un tiempo coherente con lo que demande y el empleado pueda dar para ser útil al empleador cómo al cliente, paciente o último beneficiado del servicio o producto entregado.
El tiempo de trabajo en Paraguay está regulado por el Código Laboral Paraguayo y establece que la jornada laboral estándar es de 8 horas diarias y 48 horas semanales. En el caso de trabajos nocturnos, la jornada laboral es de 7 horas diarias y 42 horas semanales. Hay países que trabajan más o menos horas que otros en un mundo en el que el empleo, empleadores y empleados existirán siempre que estemos los seres humanos con necesidades básicas para responder con ingresos que nos den las tareas a las que dediquemos nuestra fuerza y capacidad mental o física.
Experimentos interesantes
A principios de este año se inició un experimento con una semana de cuatro días, que ahora ha analizado la Universidad de Münster, en la ciudad Münster.
Se encontró que menos trabajo equivale a menos estrés, que es la respuesta física o mental del cuerpo a una situación o pensamiento que produce tensión, frustración, furia o nerviosismo. Y así cómo el empleo ha mutado y a su vez ha hecho que nazcan nuevos cuestionamientos de su tiempo y condiciones de trabajo a su vez se han concebido o amplificado complicaciones en y con nuestro trabajo cómo la aparición del estrés, que no recuerdo a mis abuelos o padres mencionar haber sufrido de estrés en sus empleos ayer.
No habrá sido porque se trabajaba poco o no se demandaba mucho porque al hablar de esto con la familia suelen destacar que antes la exigencia era pesada y los recursos y condiciones de trabajo no eran lo que ahora han llegado a ser.
El experimento encontró que los empleados se sienten mejor cuando se reducen las horas de trabajo. Los participantes son igual de productivos que con una semana de cinco días, en algunos casos incluso más. Al mismo tiempo, los empleados informaron de mejoras significativas en su salud mental y física.
Algo que nos serviría para entender cómo deben actuar jefes o futuros administradores de proyectos que deseemos llevar adelante o cómo equilibrar bien lo que y como pidamos a nuestros empleados como cuánto tiempo les demos para que respondan bien a lo que queramos para nosotros y el mercado al que sirvamos. Toda una gran revolución laboral la vivimos a nivel global.