El Premio Nobel es un galardón anual que se entrega a personas que han contribuido al desarrollo de la humanidad a través de su trabajo e investigaciones, un reconocimiento hecho a seres humanos cómo usted y yo y no a algoritmos, dispositivos o lo que use referencias o patrones de IA (Inteligencia Artificial). Desconocemos la probabilidad que algún día se reconozca el trabajo hecho por una máquina a favor de la humanidad. Lo que es noticia ahora es que dos científicos reciben el Nobel de Física por su investigación pionera en IA.
Con sus trabajos sobre el aprendizaje automático mediante redes neuronales artificiales, John Hopfield y Geoffrey Hinton “mostraron una forma completamente nueva de utilizar las computadoras”, según el comité que decide quienes serán los reconocidos del importante premio a mentes que piensan soluciones a dilemas humanos que a través de la ciencia encuentren formas y herramientas para lograr vivir mejor y más cómodos en un mundo donde los problemas cómo herramientas tecnológicas sobran. Lo que debemos es entender cómo hacer un buen uso de los teléfonos “inteligentes”, tablets o notebooks para que realmente nos sirvan para lograr nuestro objetivos y no terminen distrayendonos o haciendo uso de nuestra información para fines maliciosos que nos perjudique y vaya contra el espíritu del premio nobel.
Nuevas fronteras
John Hopfield y Geoffrey Hinton fueron galardonados con el Premio Nobel de Física por sus descubrimientos que ayudaron a las computadoras a aprender más del modo en que lo hace el cerebro humano, proporcionando las bases para el desarrollo de la inteligencia artificial. Esto podría hacer que la IA entienda mejor cómo funciona nuestro cerebro para responder adecuadamente una particular demanda humana que no está hecha en base a algoritmos o códigos informáticos sino sentimos y somos conscientes de nuestros objetivos y las acciones que debemos tomar para llegar a ellos.
Cuando buscamos atraer la atención de una persona en particular primero auscultamos sus gustos para satisfacerlos y finalmente lograr su atención en lo particular sin el uso de otra inteligencia que no sea la humana o real para que finalmente la relación esté construida sobre bases emocionales sólidas y fuertes para sostener al equipo construido que busque alcanzar no metas particulares sino colectivas.
Estos científicos han investigado las bases del aprendizaje automático con redes neuronales artificiales. Sus trabajos demostraron una nueva forma de utilizar las computadoras y sentaron las bases de la inteligencia artificial. Las redes neuronales artificiales se inspiran en la estructura del cerebro y su funcionamiento. Al entrenarlas, se fortalecen algunas conexiones y se debilitan otras, de manera similar a lo que sucede cuando se generan memorias.
La memoria es el recuerdo que se hace o aviso que se da de algo pasado. y al no agilizar o tener nuestra mente despierta con cálculos, lectura, conversaciones o cuestionamientos hechos a nosotros mismos sobre lo que pensamos o lo que nos rodea, corremos el riesgo de padecer Alzheimer, “el alemán”, u otras anomalías que dañen nuestra mente que se encuentra en nuestro cráneo que debe estar protegido no solo con cascos o lo que llevemos por nuestra cabeza para resguardarse de peligros que amenacen su salud. Esto también puede cambiar su lógica con la llamada inteligencia artificial lo que despierta inquietudes e interrogantes no resueltas.