Quizá para algunos no sea necesario una recomendación específica para beber alcohol mientras pueda acercarse o levantar la fuente del trago, abrir la boca y tragar la bebida que en el mundo ha logrado posicionarse entre las más ingeridas por el ser humano en eventos sociales o particularmente. En los últimos años se ha producido un aumento de las muertes relacionadas con el alcohol y una oleada constante de noticias sobre los riesgos del consumo de alcohol para la salud. Por esto se han levantado una serie de alertas y avisos de seguridad para la persona que decida consumir esta categoría de tragos. Los llamados a “beber solo con moderación” se han hecho más urgentes.
La palabra moderación significa cordura, sensatez, templanza en las palabras o acciones . comedimiento, ponderación, sobriedad, templanza, medida, mesura, frugalidad, continencia, sensatez, juicio, tolerancia. Somos conscientes es lo que perdemos al dejar al vicio tomar control de nuestras maniobras.
En algunos países se utiliza ese término de beba o consuma cualquier producto con moderación, confiando en el juicio del cliente. Y una vez el alcohol haya llegado a consumirlo y no al revés cómo debería ser, malas cosas podrían pasar para quién haya consumido la bebida o su entorno.
“Beber con moderación” para Tim Stockwell, científico del Instituto Canadiense para la Investigación del Consumo de Sustancias, dice: “La gente lo define irónicamente como no beber más que su doctor”.
Nuevas recomendaciones
Antes los expertos solían pensar que un consumo bajo o moderado de alcohol era bueno para la salud. Esta suposición se basaba en estudios que mostraban que quien bebía con moderación vivía más que quien se abstenía o bebía en exceso. Y algo que debemos evitar siempre es el fin de cualquier vida por razones controlables cómo el saber decir no a la invitación de un trago por la serie de importantes riesgos que tiene sobre todo para nuestra vida.El beneficio de la longevidad desaparecía aproximadamente a las dos copas al día en el caso de las mujeres y a las tres copas en el de los hombres, dijo Stockwell, científico del Instituto Canadiense para la Investigación del Consumo de Sustancias.
No estoy en contra de beber alcohol, particularmente no me gusta el sabor y por recomendaciones médicas no debo combinar el alcohol con la medicación que consumo para mi cerebro. No es el caso de la mayoría de las personas en el país y el mundo donde la oferta y promociones continuarán hasta acabar “la bodega”. Porque lo que importa sobre todo no es tanto la salud del consumidor cómo la caja de ahorro del vendedor o proveedor del “trago religioso” para algunos, que deben ir pensando en cambiar sus hábitos religiosos, iglesia o feligreses con quienes se reúna para “beber unas copas”.
Algunos países han ajustado sus recomendaciones. Australia y Francia aconsejan ahora para ambos sexos no consumir más de 10 copas a la semana. (Eso supone una reducción de dos al día para hombres y mujeres en Australia y de tres al día para hombres y dos para mujeres en Francia). Las últimas directrices canadienses, en las que Stockwell ha sido asesor, son más estrictas: el consumo de bajo riesgo se define como no más de dos copas por semana, independientemente del sexo.
Entre las sugerencias abiertas y públicas que existen en la red se recomienda para las mujeres, más de tres bebidas en un día cualquiera o más de siete bebidas por semana se considera consumo excesivo. Para los hombres el consumo excesivo significa más de cuatro bebidas en un día cualquiera o más de catorce por semana.
