domingo, noviembre 24, 2024
28.6 C
Asunción

Intensas enfermedades

Una enfermedad es una condición anormal que afecta la estructura o el funcionamiento del cuerpo, y que puede estar asociada a síntomas y signos específicos. Toda indisposición es intensa si no se diagnostica , identifica o trata bien y a tiempo o no se tiene una vida sana, ordenada y rutinaria tiene su costo.

Si cumplimos con las referencias anteriores tenemos pocas o ninguna posibilidad de enfermarnos  en nuestras vidas.

En nuestro organismo existen muchos órganos importantes que cumplen funciones fundamentales para que nuestra vida ande bien y en orden. Existe una dolencia que  puede dañar el hígado durante años sin ser detectada. El hígado es un órgano  ubicado en la parte superior del abdomen. Limpia la sangre y ayuda a la digestión secretando bilis.

Existen conocidas enfermedades que afectan al hígado que son;

  • La Hepatitis: Es una infección que puede ser causada por virus, alimentos, fluidos corporales o contacto sexual. La hepatitis A es la causa más común de hepatitis aguda en todo el mundo.
  • Cirrosis: Una afección que se produce cuando el hígado presenta cicatrices y no puede funcionar correctamente. Suele ser el resultado de enfermedades hepáticas crónicas
  • Hígado graso: Es una afección en la que se acumula un exceso de grasa en el hígado. Puede ser causada por el consumo de alcohol, la diabetes o la obesidad.
  • Cáncer de hígado: puede desarrollarse después de otras enfermedades hepáticas o sin una causa clara. Se asocia a la hepatitis B crónica.

La enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica se produce cuando la grasa se acumula en el hígado y puede provocar inflamación y cicatrices. Se calcula que esta enfermedad, conocida hasta hace poco como hígado graso no alcohólico, afecta a casi 4 de cada 10 personas en todo el mundo. Y en los Estados Unidos es el motivo por el que más rápidamente se requieren trasplantes de hígado.

Algunas recomendaciones 

Para que este órgano funcione bien se recomienda.

  • Consumir una dieta balanceada y saludable y hacer ejercicio con regularidad.
  • Mantener un peso saludable.
  • Limitar el consumo de alcohol.
  • Informarse sobre cómo los medicamentos que usted está tomando pueden afectar su hígado.
  • Hablar con su médico o farmacéutico sobre los medicamentos que esté consumiendo.

Si vive cumpliendo las recomendaciones no tiene por qué preocuparse por la salud de su hígado o del sistema que necesita de sangre en buenas condiciones cómo de la buena digestión del alimento que consuma.  

Aproximadamente uno de cada cuatro pacientes  en el mundo padece una forma más avanzada denominada esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica o MASH. En esta enfermedad, la acumulación de grasa ha provocado inflamación o daño celular y puede existir en nuestro sistema sin poder ser detectado o identificado, cómo un enemigo silencioso que discretamente va terminando el trabajo de unos órganos hasta dejarnos sin vida.  Es bueno saberlo para evitar sus consecuencias dañinas en el organismo.

Más del autor