La medicina es el conjunto de conocimientos y técnicas aplicadas a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir, para lograr el fin de todo médico que es el volver a ver a sus pacientes recuperados y de vuelta al ritmo normal de sus vidas. Para lograr esto no se trata solo de dar con el medicamento que se ajuste a responder la demanda o problema que tenga una persona que habitualmente buscamos soluciones en centros médicos, farmacias, asistencia de un familiar o amigo mayor de edad por la seguridad que nos da su tiempo de vida y cómo han llegado hasta ese tiempo de vida sin complicaciones.
A su vez es difícil no tener en la vida de quien sea, no hay vida o estado de salud perfectos en ningún lado del mundo. Todos somos vulnerables a engriparnos, lesionarnos o contraer alguna enfermedad que al no ser atendida a tiempo y en condiciones puede terminar afectando varios órganos de nuestro sistema desafinando la orquesta y terminando así lo que debería ser una vida melodiosa y agradable vida.
Esta realidad nos lleva a molestarnos con médicos, hospitales o a quien hayamos acudido para encontrar la cura. En un mundo hiperconectado con datos e información en constante movimiento de casos similares al que tengamos, es difícil creer que no existan formas, remedios o mecanismos para hallar una cura a la complicación que esperamos que la ciencia médica pueda corregir. Con especialidades creadas para atender y entender los órganos que existen no para dejar de funcionar cómo lo deben hacer siempre y cuando nos habituamos a vivir en orden, sin exigirnos, demandarnos o abusar de lo que dispongamos.
Conocernos y cuidarnos
La medicina debe ser consumida o practicada la terapia no constantemente sino en graduaciones apropiadas y justas para evitar problemas e ir de visita al hospital, aquel lugar que habitualmente tiene a personas que buscan atención y respuesta a su complicación y no no se hace posible por negligencia médica, falta de tiempo o espacio para la cita.
Es común encontrarse en centros sanitarios que no hayan previsto la excesiva presencia de personas que al no saber qué hacer con su tiempo acampan en el estacionamiento, veredas o pasillos del nosocomio que interrumpe el movimiento y trabajo del médico o tránsito de personas que buscan sanarse y volver a estar con buena salud . Todo para volver a su vez a su trabajo, estudios o tareas cotidianas que necesitan de personas que puedan ver, escuchar, sentir, pensar o moverse adecuadamente para lograr los resultados propuestos.
Para todo médico es el evaluar, diagnosticar y recetar bien los medicamentos, terapia o tratamiento adecuado para el paciente que atienda pero deben darse las condiciones adentro y afuera.
Uno que tiempos atrás no iba con frecuencia al hospital porque existía el “médico familiar”, una especialidad médica originada en la década de 1960 con el fin de encargarse de la atención integral de la salud de las personas, las familias y la comunidad, sin importar su edad, género o enfermedad. Era la persona que con la bata blanca y el clasico maletin negro visitaba los hogares para saludar a la familia, escucharla y a su vez valorar el estado de salud de los miembros de familia, cómo responden a preguntas claves para conocer si estaban conscientes que existía alguna complicación en su cuerpo. El mismo que debe ser cuidado siempre ante cualquier amenaza que pueda iniciar, prolongar o extender cualquier dilema en nuestro misterioso organismo.
Los imprescindibles médicos rurales
Relacionado a esto es una historia publicada en la red de la muerte de un médico rural colombiano a los 73 años; Francisco Lopera que fue un pionero en la investigación del Alzheimer, un trastorno del cerebro que destruye lentamente la memoria y la habilidad para pensar y, con el tiempo, la capacidad de realizar hasta las tareas más sencillas.
Uno piensa que las respuestas a dilemas complejos del cuerpo lo tendrá siempre un especialista más el caso de Lopera nos enseña quizá la importancia de recuperar al famoso “médico familiar” que mostraba ante todo el amor por una compleja profesión en el país y el mundo que es el ser médico, cuyo empleo no empieza o termina en la cita prevista o intervención a cualquier paciente, que debe tener cuidado, atención y perseverancia con las recomendaciones establecidas por el doctor.
El mismo que no tiene solo sus preocupaciones encima sino la de cientos de personas que lo dejan pensando al comer, “descansar” o en su tiempo lúdico si ha hecho, diagnosticado o evaluado bien lo realizado con alguien en particular. Lo que nos lleva a concluir que la persona dedicada a trabajar en medicina debe amar realmente su empleo aunque presente “injusticias”, explotación o incomodidades desagradables cómo cualquier empleo del mundo, el amar lo que uno hace vuelve menos pesada la tarea designada.
Lopera trabajó con la familia más grande del mundo con Alzheimer y ayudó a impulsar la investigación para prevenir o retrasar los síntomas de la demencia. La demencia senil es más frecuente en las personasmayores de 60 años. Y porque conozco a personas que “viven” con este dilema puedo decir que es uno de los más desagradables que puede tocar a cualquiera.
Por este motivo se sugiere:
- Hacer actividad física: Se pueden realizar ejercicios como caminar, andar en bicicleta, nadar, jardinería o entrenamiento de fuerza.
- Tener una vida social activa: Se puede estar en contacto con familiares y amigos, o conocer gente nueva.
- Tener una alimentación saludable: Se puede seguir una dieta equilibrada, como la mediterránea, que incluya frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y pescado.
- Controlar los factores de riesgo cardiovascular: Se puede controlar la presión arterial, el colesterol y la diabetes.
- Evitar el tabaco: Se debe dejar de fumar.
- Dormir bien: Se debe procurar tener un buen descanso.
- Tratar enfermedades: Se deben tratar los problemas de salud crónicos, como la depresión o el colesterol alto.
- Evitar el sobrepeso: Se debe mantener un peso saludable.
Lo que nos enseña que todo está interconectado en nuestro cuerpo, desde el estado de nuestros pies, hasta el funcionamiento de nuestros órganos internos. Por ese motivo no debemos preguntarnos siempre lo que le falta a esta ciencia para que realmente nos sirva sino sobre todo que carecemos los usuarios del servicio médico para que sean realmente efectivos para nosotros.