En Paraguay estamos a 12 días de terminar con nuestro “invierno” y abrir las puertas a la primavera que es un adelanto al intenso verano que nos espera y que en algunos países europeos es el más caluroso jamás registrado en todo el mundo.
El período de junio a agosto de 2024 supera por poco el récord de temperatura anterior registrado en 2023, según el servicio europeo de cambio climático Copernicus. En Laponia, Australia, Canadá y Estados Unidos, los residentes han sufrido olas de calor, inundaciones, sequías o incendios.
Una gran distancia y océano separan a nuestros continentes que se encuentran conectados no solo porque la UE tenga una importante presencia de latinos en sus países sino porque estos se encuentran en el mismo planeta, uno que tendrá siempre cuatro estaciones sin contar al grupo musical “la quinta estación”, donde es habitual experimentar o no frío y calor.
Ahora por ejemplo en París tienen 17 grados y en Asunción tenemos 33, cifras que cambiarán radicalmente en pocas semanas, cuando allá tengan frío y el calor sea algo normal en esta parte del mundo que afortunadamente no será el más fuerte o incómodo que nos toque vivir porque tenemos herramientas cómo el aire acondicionado, tereré, flora o infraestructuras diseñadas y construidas para que sean frescas y agradables para habitarlas.
Grandes cambios
Algunos titulares quizá sensacionalistas dicen que; “una ola de calor agobia al sur de Europa y prevén que lo peor aún está por venir” por el efecto que significan tener elevadas temperaturas por un tiempo determinado sobre nuestras cabezas, tierras o infraestructuras.
Lo que destaco cómo contradictorio es cómo se hacen las diferencias climáticas tan radicales de una latitud a otra en el tiempo que también se está volviendo cada vez más corto para lo que pretendamos hacer, que con la existencia de la Inteligencia Artificial (IA) podemos tener más rápido un escrito, cálculo y en algunos casos tareas que supongan fuerza física que a medida avance el tiempo tendremos novedades de robots que limpian, ordenan, cocinan y cualquier tarea doméstica que demande trabajo mental y físico en Europa, las Américas y otras partes del planeta.
Todo existirá mientras lo queramos y sintamos cómodos en el único lugar donde podemos movernos, respirar y existir sin y con algunos dilemas cómo el tener mucho calor o frío que traen consigo serias complicaciones para la salud de la población cómo de los recursos para alimentarse, vestir y lo que pueda afectarse por estar expuesto a temperaturas muy altas o bajas.
Esta realidad puede ser útil para que algún sudamericano que haya conocido Europa pueda y quiera sugerir a su población cómo hacer para resistir al verano que ahora les toca vivir. El único viaje que existe para poder sentir, ver o escuchar lo que existe en el mundo que en poco tiempo quizá vaya despoblandose no solo por pandemias o accidentes masivos sino porque el ser humano se encuentra estudiando formas para transportar personas a otros planetas, donde el frío y el calor no existan o sean distintos a los que existen en la tierra.