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Lenguas y desafíos

En la actualidad existen más de 7.100 lenguas vivas habladas en todo el mundo, así es un planeta donde no solo se habla ingles, chino, español o el idioma que entienda, Desde la concepción nos encontramos perdidos en los entornos sociales en los que nos toque existir, donde se hable en un idioma o varios porque hoy día el poliglotismo se ha vuelto algo natural, así es no solo tenemos personas hablando solo castellano o guaraní cómo es normal más poco usual en Paraguay, país naturalmente políglota porque en nuestro país se habla el castellano y guaraní desde hace años.

Una realidad que nos lleva a cuestionarnos ¿Por qué hay países con más lenguas habladas, mientras que otros solo tienen una?. Cada país tiene unas condiciones que lo hacen único de los demás: Colombia es el que más variedad de aves tiene; Canadá tiene más lagos que el resto del mundo; Bolivia, el más plano de todos, Oceanía es el que más pueblos indígenas reúne, y Nueva Guinea, es el país con lenguas habladas: más de 800.

Varios países de Oceanía se encuentran entre los diez con mayor número de lenguas habladas. Papúa Nueva Guinea, al norte de Australia, es en el que más lenguas son habladas, 841 en total. Le sigue Indonesia, con 721.

Peligros y oportunidades 

De las 1700 lenguas el 40% están en peligro de desaparecer. Una de las razones que explican esa gran diversidad es que el país está poblado por una gran variedad de tribus. De hecho, en la actualidad, menos del 20% de la población vive en ciudades. Donde pueden desarrollarse, practicar idiomas o terminar desapareciendo por su poco uso. 

Por siglos, las aldeas estuvieron aisladas entre sí y esparcidas en cientos de islas. Fue así como lenguas con raíces ancestrales se desarrollaron sin influencias extranjeras. La presencia de gobiernos centrales débiles también contribuyó a que sobreviviera esa riqueza lingüística que es una de las cosas más importantes de cualquier cultura en el planeta. Ahí donde existimos que entendemos y procuramos comunicarnos en nuestros idiomas o usando cualquier forma de hacer común cualquier mensaje o demanda que tengamos con alguien o entidad que entienda la lengua que tengamos en común. La misma es usada en libros, canciones, cómo título de algunos platos de nuestra gastronomía o en algunos chistes o casos ñemombe’u, que son programas de lectura, dramatizaciones y participación de la comunidad educativa que se realiza al inicio de las clases o reuniones sociales.

Mi abuela me insiste en que debo conocer y hablar el guaraní porque es la huella más auténtica de ser paraguayo, que estoy de acuerdo con ella y respondo; “hee abuela, tenés razón”, sí abuela tenes razón, y el solo escuchar esa respuesta de mí le pone feliz, y puedo notar el poder de un idioma en común al ser detectado por otra persona y el automático vínculo que genera eso entre personas que compartan un idioma o la capacidad de identificar algo que tengan en común. 

Por ese motivo es importante hablar y escribirnos bien en cualquier idioma que conozcamos, no solo por respeto a la población o cultura que lo tenga en práctica sino sobre todo para preservar una de las herramientas que sirven y representan culturas en un planeta que en su plan de globalizar todo afecta sellos autóctonos de cada país, que no deben desaparecer o ser considerados cómo algo secundario o irrelevante. Finalmente, nuestros modos y códigos de comunicación y lo que desarrollemos con eso, ya sea música, literatura, arte plástico, teatro o cine  requiere poseer un idioma que refuerce nuestra identidad.

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