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Complicaciones ejecutivas

A un administrador, director técnico, gerente de lo que sea y hasta presidente de  cualquier país tienen de sobra problemas particulares y colectivos que hacer frente. Hace poco el expresidente paraguayo Horacio Cartes fue acusado de “significativamente corrupto”, que trae una carga de dilemas en la relación con los EE.UU, cómo investigaciones y límites para acercarse a este país y posteriores muestras de incomodidad por el país que colocó la “etiqueta” a nuestro ex presidente.

No es el único en la región que enfrenta dilemas, también hay otro ex presidente cargando su cruz por errores cometidos en su forma de ser no con un país, el mundo o su estado, sino con una mujer, se trata de Alberto Fernández, ex presidente argentino que es imputado por violencia de género.

La fiscalía argentina imputó al exmandatario luego de que unas imágenes mostraran a Fabiola Yáñez, su entonces pareja y ex primera dama, con un moretón en el ojo. Y se da en tiempos en los que el feminicidio y abusos al género femenino son tema popular en los medios de comunicación y la sociedad.

El miércoles, la fiscalía argentina imputó a Alberto Fernández, el expresidente de Argentina que dejó el cargo en diciembre, de violencia de género luego de conocerse unas imágenes que mostraron a Fabiola Yáñez, quien fuera su pareja y ex primera dama, con un moretón en el ojo.

En el ojo de la tormenta 

Fernández fue presidente del vecino país del 2019 a 2023. En los documentos judiciales presentados el miércoles, la fiscalía acusó a Fernández de llevar a cabo “lesiones graves” y “amenazas coactivas” contra Yáñez mientras era presidente. Un juez federal decidirá si Fernández es imputado por esos dos cargos, que podrían conllevar una pena de prisión.

La fiscalía afirmó que Fernández de 65 años golpeó en repetidas ocasiones a Yáñez, de 43, y la sometió a abuso psicológico mientras la pareja vivía en la residencia presidencial de Argentina en las afueras de Buenos Aires.

No hay excusas para justificar el golpear o humillar a quien sea nunca. No está bien visto por cualquier sociedad el tener actitudes ofensivas por quien o lo que sea. Ahora tocará a un ex presidente sudamericano el ser sujeto de una investigación por abuso a una mujer. Se destacó también que era habitual que Fernández abofeteara a Yáñez con tanta fuerza que le dejaba la mejilla “hirviendo”. En una ocasión, según los fiscales, le dio un golpe en el ojo que le dejó un moretón. Este acontecimiento espero sirva para entender que debemos respetarnos entre todos los seres vivos del planeta y sobre todo controlar nuestras palabras y acciones contra quien sea antes de expresarlas.

Los fiscales acusan a Fernández de patear a Yáñez en el estómago en agosto de 2021, a sabiendas de que podría estar embarazada. Afortunadamente no fue así y no fueron dos vidas las afectadas por la agresión de un desequilibrado mental. Yáñez también había dicho que Fernández también la controlaba y la obligó a abortar en 2016.

Datos que nos sirven para entender que a Fernández lo que menos le importaba o quería hacer era construir y sostener una familia. Tarea que requiere poseer madurez, recursos y voluntad y espíritu de trabajo en comunidad, cómo cualquier proyecto que implique tener a más de una persona que sea de un género, origen, dimensión, religión o pensamientos distintos al común que exista en el equipo que funciona bien si es dirigido por personas mental y espiritualmente equilibradas y no terminen haciendo lo que se registró lo realizado por Alberto Fernández a su pareja. Lamentable.

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