l stress es un estado de tensión o esfuerzo mental o emocional resultante de circunstancias adversas o muy exigentes, una molesta condición que puede generar dolores de cabeza, cuerpo, espalda o cuello, presión arterial alta, palpitaciones cardíacas, boca seca, diarrea, vómitos, acidez o indigestión, sudoración excesiva, especialmente en las manos, pies y manos frías. Además produce alteración de la respiración, hormigueo en el estómago, calambres intestinales, estreñimiento y náuseas.
Una condición que puede ocultar otros problemas que existen en nuestro organismo. El estrés enmascara los síntomas de una enfermedad crónica. Muchos problemas causados por el estrés cómo los dolores de cabeza, acidez, presión arterial alta— pueden ser también síntomas de otras enfermedades. Algo que debemos tener en cuenta y atender en su forma y a tiempo justo para evitar serias complicaciones con nuestra salud.
Formas de contención
Por lo que es justo y oportuno pasar por los estudios aconsejados por su médico cuando tenga cita con el mismo. Por ejemplo en algunos casos se descubrieron que el stress escondía la enfermedad de Hashimoto y la enfermedad celíaca, que son un trastorno autoinmunitario que daña la glándula tiroides y un trastorno digestivo y autoinmunitario crónico que daña el intestino delgado de personas que están genéticamente predispuestas respectivamente. Estos problemas son dos afecciones autoinmunes que pueden dañar la tiroides y el intestino delgado, incomodando vidas cómo el mismo estrés.
Cómo puede evitarse;
- Siendo activo: Casi cualquier tipo de actividad física puede ayudar a aliviar el estrés, como caminar, bailar, nadar, hacer yoga, tai chi o jardinería.
- Llevando una dieta saludable: Una alimentación saludable es importante para el cuidado personal.
- Meditando: La meditación puede ayudar a aliviar el estrés.
- Conectándose con otras personas: Pasar tiempo con seres queridos o amigos puede ayudar a reducir el estrés.
- Planificando su día: Usar un calendario o aplicación para programar las tareas diarias, incluyendo tiempo para hacer cosas que te gustan, puede ayudar a reducir el estrés.
- Escuchando tu respiración: Ponte la mano sobre el estómago y siente cómo sube y baja con cada respiración.
- Identificando y evitando situaciones estresantes: Ser consciente de las propias limitaciones y no asumir responsabilidades que esté seguro de poder cumplir puede ayudar a prevenir el estrés
Un dilema normal hoy día porque nos hemos vuelto en dispositivos “multitarea” que demandan mucha atención, ideas y trabajo físico que no solo cansan sino también pueden estresar y, que escondidos detrás de ella pueden existir otros problemas que deben ser identificados para que sean bien tratados y a tiempo para evitar que se empeoren y nos puedan convertir la vida en una penitencia.