domingo, noviembre 24, 2024
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Tristes cifras en Brasil

A veces pueden ser el tiempo de algo desagradable o el número de nuestras finanzas y en algunos casos cómo lo que me inspiró a escribir esto, la cantidad de personas afectadas por un accidente natural.

Que es un acontecimiento fortuito e imprevisto que sobreviene al individuo y le produce un daño corporal identificable. Y hasta puede dejarlo sin vida cómo lo sucedido en Brasil por las últimas fuertes precipitaciones que registró el vecino país. Que tiene un otoño que quedará para la historia porque las precipitaciones han dejado 57 el número de muertos por las lluvias en el sur de Brasil y 69.000 personas desplazadas.

Varias ciudades de Rio Grande do Sul se vieron afectadas  por inundaciones con miles de desplazados e infraestructura destruida. Algunos dirán que solo son números pero no se trata de solo mencionar cifras fría e inconscientemente, son vidas de seres humanos cómo la de sus padres, hermanos, abuelos, tíos, primos, toda su familia, amigos y conocidos. Que por fortuna no se dió en Paraguay, país mediterraneo.

Al estar así tenemos algunas ventajas a diferencia de países con costa al mar cómo nuestros vecinos. Que tienen amenazas que nacen del océano a la tierra, cómo algunas ventajas cómo el acceso al mundo por canales acuáticos y disfraz de los momentos y espacios naturales de sus playas, algo que también vamos a deleitarnos desde Paraguay a estos lugares que carecemos en nuestro país. Que por fortuna no padecemos lo que tocó ahora sufrir al vecino del vecindario sudamericano. Que ahora además de hacer el relevamiento de los daños que dejó la lluvia también revisa lo que tiene para hacer frente las demandas que dejan accidentes cómo este por el haber perdido cosas, herramientas e infraestructuras que eran el hogar o trabajo de algunos. Así y todo decenas aún no han sido contabilizadas, lo que significa que todavía no hay certeza del número de personas dañadas por las últimas lluvias.

Las inundaciones destruyeron carreteras y puentes y provocaron deslizamientos de tierra y el colapso parcial de una presa en una pequeña central hidroeléctrica. Una segunda presa en la ciudad de Bento Gonçalves también corre riesgo de derrumbarse, dijeron las autoridades. Que tienen una agenda importante de trabajo para asistir a la población afectada.

En Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, el lago Guaíba se desbordó e inundó las calles. El aeropuerto internacional de Porto Alegre suspendió todos los vuelos por tiempo indefinido. Que también hará el surgimiento de nuevas cifras de pasajeros que no logren volar o llegar a su destino y lo que esto pueda generar, que imagino no serán cifras muy alegres.  

Así y todo, se esperan lluvias en las regiones norte y noreste del estado durante las próximas 36 horas, pero el volumen de precipitaciones ha ido disminuyendo y debería estar muy por debajo del pico observado a principios de semana, según la autoridad meteorológica estatal. Esperemos que no dejen más personas afectadas por el agua que cae del cielo en todos lados, más muy fuerte en algunos lugares particularmente, y que nos van dejando lecciones que debemos tomar en serio y hacer algo para prever más problemas o cómo el desarrollo de sistema de desagües pluviales que sirvan para recolectar y conducir las aguas pluviales que circulan en su gran mayoría sobre la ciudad y zona metropolitana, disponiéndolas en estructuras de infiltración, infiltración, retención, detención y/o conduciéndolas mediante canales o tuberías hasta descargar a los cuerpos de agua natural existente cómo ríos, lagos, arroyos y mar.

No podemos hacer nada para hacer volver el agua arriba, o cortar lluvias que pueden destruir mucho o nada de acuerdo a cuan previstos estemos para tener experiencias cómo estas. Que en Paraguay también se vuelven en desagradables pruebas por no estar preparados para evitar perdidas que después lamentemos y a su vez darnos cuenta que ese despues se vuelve en un tiempo tardío para reaccionar.

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