Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Hace 75 años los aliados habían acabado con la locura nacifascista de Europa que llevó a una Segunda Guerra Mundial con una cantidad enorme de muertos y con unas muestras de terror inimaginables en su tiempo. Hoy en la recordación de la finalización de la Segunda Guerra Mundial el mundo se encuentra paralizado ante un virus que ha puesto de rodillas a todo el hemisferio, no solamente del norte ni del sur, sino a nivel global, y se están buscando alternativas y opciones con varias instituciones que también ya han probado en tiempos de crisis que no son las más eficientes, aquellas financieras como el Banco Mundial, el Fondo Monetario, que surgieron al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
También se pone en entredicho el real valor de la Organización Mundial de la Salud, de las Naciones Unidas, por citar simplemente algunas de las instituciones que tuvieron su fundamento en la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Tampoco la política exenta de los grandes errores que llevaron a esa locura demencial de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes tuvieron que escoger a Adolf Hitler un cabo austriaco para que fuera su canciller, sin darse cuenta que entre ellos estaba Konrad Adenauer que ya era alcalde para su época y podría haber sido extraordinario líder para su tiempo, finalmente lo demostró después de la Segunda Guerra Mundial reconstruyendo a Alemania.
Es el tiempo para reflexionar cuáles son las causas profundas que llevan a esto, desigualdades injusticia, pobreza, y fundamentalmente, sometimiento. Es el tiempo de hacer una reflexión de estos 75 años de la finalización de la Segunda Guerra Mundial y su impacto a nivel global especialmente en estos tiempos de profunda autorreflexión, los tiempos de pandemia.