No está bien violentar para o por lo que sea, donde, cuando ni con quién sea. La violencia, el uso de la fuerza física para causar daño a personas, animales o propiedades, como dolor, lesiones, muerte, daños o destrucción son siempre dañinos y aún sabiendo esto seguimos teniendo lamentables informaciones de acontecimientos que tiñen de negro algunas latitudes del mundo que sufren por haber sido victimas de la violencia, cómo en Ecuador. Este país andino fue marcado por una nueva ola de violencia en estos días dejando al menos ocho personas asesinadas.
Cinco turistas ecuatorianos fueron secuestrados y asesinados el viernes en la playa de Ayampe tras ser confundidos con rivales de los atacantes y al menos ocho personas murieron y otras ocho resultaron heridas el sábado 30 de marzo en Ecuador, durante un ataque armado en Guayaquil (suroeste), anunció la policía. Este es el tercer asesinato en dos días en este país, que alguna vez fue un remanso de paz.
Lamentablemente ese remanso ha dejado de existir por este tipo de hechos que afectan no solo a lugares específicos de la nación de la mitad del mundo sino al mismo país que al tener mucho que mostrar al mundo ahora debe mantener sus puertas cerradas o más vigiladas para evitar desmanes cómo lo acontecido hace poco en el vecino país latino.
Viviendo en violencia
El pasado miércoles, un motín en una cárcel de Guayaquil dejó tres muertos y seis heridos. Fue de este mismo penal de donde se fugó en enero pasado Adolfo “Fito” Macías, líder de la banda criminal Los Choneros, una de las principales del país cuyo gobierno tiene en su agenda de enfrentar esta triste realidad que va no solo contra las víctimas de la violencia sino sobre todo el mismo país. Ecuador fue tomado por la violencia y se declaró el estado de excepción.
Ecuador esta en la ruta de la droga y los carteles han logrado establecerse con mucho éxito en su territorio. Este país está ubicado sobre la línea ecuatorial, en América del Sur por lo cual su territorio se encuentra en ambos hemisferios. Limita al norte con Colombia y al sur y al este con Perú. En Ecuador habitan alrededor de 18 millones de personas.
Que tienen sus dilemas particulares y además de eso se les suma la amenaza que se encuentra fuera de sus casas que no son el estado de su clima, la suciedad o desorden que puedan intervenir su tránsito en las calles o vereda que se deben presentar libres de obstáculos y riesgos para toda persona que tenga una cita y deba cumplir con su horario para así hacer fluir o andar sus planes sin exponerse a tristes circunstancias políticas y criminales cómo la que asolan hoy en su territorio,.
