La palabra «carnaval» viene del italiano «Carnevale» y significa «quitarse la carne» o «despedirse de la carne», que por fortuna no es algo literal y nos deshacemos de nuestra masa muscular o adiposa para festejar y hacer honor a la conocida palabra carnaval que consiste en celebrar una fecha con música, danza y alegrías en espacios que se hayan organizado para tener estas fiestas de color y alegría.
Entre los carnavales sudamericanos más famosos se encuentra el de Río de Janeiro en Brasil previsto a hacerse este mes alrededor del 9 y 27 de febrero. Y está desde hace tiempo en la agenda de muchos que esperan con ansias la llegada de esta fecha para moverse al vecino país con el fin de disfrutar la oferta que Brasil ha logrado establecer en la mente de muchos turistas en la región y todo el mundo que con frecuencia viaja hasta nuestro continente para festejar con otras personas del país y el mundo.
Grandes atracciones
Al no poder estar en el espacio donde desfilan las carnestolendas, ver a los bailarines, explosivos, y escuchar en vivo y directo la música que a algunos a veces aturde, algunos preferimos observar la transmisión de la fiesta por nuestras pantallas en la comodidad de nuestros hogares sin preocuparnos por el calor, la inseguridad y los peligros que atenten contra nuestra salud o vida que nunca tiene reemplazo. Rio de Janeiro es la gran meca del carnaval brasileño y referencia tambien de hechos criminales.
Como la existencia de otros carnavales que vale la pena citar:
- Colombia: Carnaval de Barranquilla.
- Argentina: Carnaval de Gualeguaychú.
- Uruguay: Carnaval de Montevideo.
- México: Carnaval de Veracruz.
- Chile: Carnaval de Arica.
- Bolivia: Carnaval de Oruro.
- Ecuador: Carnaval de Guaranda.
En Paraguay vamos haciendo hace tiempo para unirnos a la oferta latina en lo que respecta a las fiestas de no sacarnos la carne sino solo desvestirnos algo para disfrutar mejor en el intenso verano que nos toca en esta temporada de calor y lo mejor de todo, seguir con salud y vida. Encarnación, Villarrica y otros sitios atraen a muchos en las carnestolendas anuales. Es cuestión de vivirlas.