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El objetivo: ser felices

En la vida, todos, niños, jóvenes y adultos buscamos ser felices y estar satisfechos y cómodos donde y con quien nos toque vivir. De tanto en tanto tenemos evaluaciones de cuán feliz se encuentra la población de cualquier país para conocer y entender lo que los lleva a tener esa emoción agradable que sirve mucho siempre no solo para deleitarse fugazmente un momento en particular sino sobre todo por el efecto que tiene en nuestra mente.

El estar felices en ciertos  momentos  es porque producimos la  hormona de felicidad llamadas: serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina que  retrasan el proceso de envejecimiento, potencian las funciones del sistema inmunológico, reducen la presión sanguínea y contrarrestan los niveles elevados de adrenalina asociados a la ansiedad que al no estar bajo control pueden terminar llevándonos a tomar decisiones equivocadas y premeditadas que pueden acabar con la alegría o lo que nos hacía estar contentos. 

Un estado que no precisa solo de tener algo específico, estár en un lugar o con alguien en particular o hacer algo que moleste a nuestro entorno más cercano cómo tener nuestra “música” a decibeles aturdidores o desordenar o ensuciar un espacio público porque eso nos haga sentir cómodos y felices. Existen tareas que no sugieran interrumpir o molestar los oídos y ojos de nuestros vecinos, familia o compañeros de trabajo o estudio que pueden aportar lo suyo para hacerse y hacernos sentir contentos donde, cuando y con quien sea, a beneficio de nuestra y su salud.

La misma para que alcance el estado de felicidad debe estar siempre en orden, estable y en condiciones para hacer nuestro viaje en la vida uno cómodo y sin accidentes de ningún tipo. 

En EE.UU el público objetivo del estudio fue su juventud y su felicidad.  Tenía por objeto tener claro qué es lo que tiene feliz a una juventud que en momentos  descontrolados puede hacerse de armas de fuego y disparar a quienes sean donde y cuando sea. 

La evaluación ha concluído algo llamativo y se pregunta; ¿Los padres estadounidenses están haciendo infelices a sus hijos? y por ese motivo estamos teniendo últimamente novedades del país que alguna vez fue el “sueño americano” y ahora quizá por esto se está volviendo en una pesadilla. 

Tiempos conflictivos

Un estudio a largo plazo de jóvenes estadounidenses muestra que, si bien sus relaciones con sus padres mejoran, su satisfacción general con la vida disminuye. ¿Es culpa de mamá y papá?. Y esta realidad hace que existan más que antes jóvenes y adolescentes deprimidos o con ganas de suicidarse (uno de cada tres).

Las estadísticas nos enseñan que en el tiempo el grado de felicidad disminuyó en esta franja etaria relacionado a una mayor presión de los padres. pero en casa las cosas van cada vez mejor: según los mismos datos, en 2018, menos de un tercio (30%) de los estudiantes de último año dijeron haber tenido al menos cinco discusiones en los últimos doce meses con sus padres. En 1986 eran casi la mitad (48%). El estudio va de 1976 a 2012, un trabajo hecho  por el psicólogo estadounidense Jean Twenge y puede ser visto por el mundo en el sitio https://jeanmtwenge.substack.com/, donde existen otros estudios de interés sociológico en los EE.UU para las personas interesadas en saber más acerca de la sociedad estadounidense que tiene mucho de nuestro planeta por ser el hogar hace tiempo de asiáticos, africanos, sudamericanos y europeos.

Buscamos siempre estar satisfechos y contentos con lo que nos toque hacer, con quien y donde y cuando existir y muchas veces depende de nuestro entorno encontrar los modelos que nos hacen felices y buscar quizás la armonía que los orientales encuentran más como valor sobre la felicidad de los occidentales.

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