El llorar es uno de los puntos extremos al que llegamos cuando algo nos pone muy feliz, tristes o nos molesta. Ahora se ha descubierto algo curioso de las lágrimas femeninas; que al hacerlas oler a algunos hombres, hace reducir su agresividad.
Las lágrimas contienen señales sociales que actúan como una «manta química» para proteger a quien llora, según han descubierto los científicos.
Una conclusión que puede servir cómo herramienta para lograr alcanzar la tan buscada y ansiada paz por muchos en un mundo que continua teniendo guerras, noticias de terrorismo y acontcimientos lamentables que causan pena y muchos llantos de mujeres y hombres que nos cuesta llorar aunque sea un ejercicio importante para nuestra mente. Cuando lloramos, el cerebro libera endorfinas, un neurotransmisor que nos tranquiliza y genera una sensación de bienestar, esperanza y fe.
Los humanos y los perros son los únicos animales que derraman lágrimas cuando están abrumados por la emoción, pero científicos como Charles Darwin creían que la liberación no cumplía ninguna función útil.
Sin embargo la realidad muestra una verdad diferente de lo que pensaba el naturalista y geólogo. Investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel han descubierto que las lágrimas contienen señales sociales que parecen actuar como una «manta química» para proteger a quien llora.
Curiosos hallazgos
En una serie de experimentos, los hombres fueron expuestos a las lágrimas emocionales de las mujeres o a la solución salina, sin saber lo que olían ni poder distinguir entre los dos, ya que ambos son inodoros. A continuación se les pidió que jugaran un juego diseñado para desencadenar un comportamiento agresivo en busca de venganza en un jugador hacia otro.
El equipo descubrió que después de que los hombres olieron las lágrimas emocionales de las mujeres, su agresividad en busca de venganza durante el juego se redujo casi a la mitad: un 44 por ciento.
Una curiosa revelación que podemos tener en cuenta cómo herramienta para reducir los niveles de agresividad de hombres que nos rodeen y signifique una amenaza para nuestro entorno y ellos mismos.
