Ortega y Gasset fue un filósofo y ensayista español , exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital e histórica, situada en el movimiento del novecentismo. Fue un intelectual comprometido con su tiempo. Vivió en la Argentina un tiempo huyendo de la guerra civil que asoló su patria.
Entre sus ideas ahora resaltamos la del “hombre masa” o aquella persona previamente vaciada de su propia historia, sin entrañas de pasado y, por lo mismo, dócil a todas las disciplinas llamadas «internacionales».
Este concepto de ayer es traído a nuestro hoy para compararlo con una realidad que a muchos entretiene y a otros molesta cómo el uso excesivo de las “redes sociales”.
En medio de la revolución digital y en un momento de auge de los populismos, un portal llamado www.ethic.com revisa el concepto del ‘hombre-masa’ de la mano de un grupo de prestigiosos pensadores y filósofos.
Hallazgos sorprendentes
Las nuevas tecnologías están favoreciendo un fenómeno análogo, pero nuevo, que denominó vivir en estado de red. Los rasgos principales de esas personalidades reticulares que están demasiado tiempo en ese estado son la dependencia de la red o la hiperactividad conectiva, la impulsividad en la respuesta, la dificultad y el poco interés en distinguir lo real de lo virtual.
Una verdad que no solo afecta, molesta y es resaltada por nuestros padres, abuelos, profesores o jefes sino ya está resultando en estudios y evaluaciones de “millenials” o personas que hemos nacido y desarrollado nuestras vidas alrededor de la tecnología y sus dispositivos.
Algunos analistas como Javier Goma un filósofo y escritor dice que «No existe el ‘hombre-masa’, sino muchos ciudadanos».
Por su parte Ana Carrasco Conde. Filósofa y directora de la revista ‘Kritches Journal 2.0’ El ‘hombre-masa’ actual sería un tipo acelerado que no sabe en realidad a dónde va».
De esta manera varios pensadores cómo Diego S. Garrocho. Profesor de Ética y Filosofía Política de la Universidad Autónoma de Madrid. Y otros más aportan su crítica y pensamiento a lo planteado por el portal www.ethic.com. Que posee muchos trabajos y reflexiones para lograr ubicar y entender bien nuestro hoy haciendo tergiversal ideas del ayer cómo la de Ortega y Gasset.
Hoy, en realidad, cada ser humano vive en su mundo y lo que creemos que es más grande es en realidad más pequeño: con las redes sociales, las cámaras de eco y filtros burbuja nos hacen creer que aislados podemos trabajar o hacer bien las cosas cuando en realidad es la integración de ideas y personas en proyectos comunes lo que ha hecho al ser humano uno que se ha impuesto en varios campos que hemos desarrollado a nivel académico, empresarial, político y deportivo.
Volver a las raíces
Es el diálogo cara a cara lo que debemos rescatar de nuestro pasado, aquel ejercicio que juntó a nuestros abuelos y padres para que juntos inicien una de las empresas más complejas del ser humano que es la familia.
Dicen y con razónn que El «hombre-masa» es todo aquel humano que renuncia a la custodia de su propia humanidad. Un rasgo esencial es el desprecio por su propia autonomía. A cambio de querer ser un hombre del mundo o fuera de su barrio, ciudad, país o continente haciendo uso de una herramienta que nos puede servir no solo para entretenernos, reír o “perder nuestro tiempo”, sino sobre todo para aprender, conocer y conocernos más cómo parte de un globo común, haciendo real ideas cómo la de la “globalización”. Que parece todavía difícil para algunos en un planeta en el que las formas de comunicar sus ideas sean a través de la violencia o uso del plomo o humillación entre compatriotas, colegas de trabajo, e incluso miembros de una familia.
Ese mismo grupo humano donde se inicia la vida y los primeros pilares educativos de una persona debe ser recuperado porque de ahí saldrá algún día de su casa para aprender y compartir lo que sabe haciendo uso de las herramientas aprendidas en la escuela u hogar. Volver a la idea de lo colectivo y positivo.
