Escuchas telefónicas y chats en que se acuerda ocultar pruebas a la justicia llevaron a la renuncia de dos ministros y sumieron al Gobierno de Luis Lacalle Pou en una «crisis política». Dos analistas consultados por Sputnik coincidieron en que las renuncias no saldan la preocupación por posibles vínculos entre política y narcotráfico.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, aún no puede dejar atrás la crisis política desatada en los primeros días de noviembre y que, además de motivar las renuncias de su canciller Francisco Bustillo y su ministro del Interior Luis Alberto Heber, podría llevarlo a declarar ante la justicia por irregularidades en el otorgamiento de un pasaporte a un narcotraficante que sigue prófugo.
El caso salió a la luz a finales de 2021, cuando Montevideo entregó un pasaporte al uruguayo Sebastián Marset, nacido en el país rioplatense y detenido en Emiratos Árabes Unidos por portar un pasaporte falso de Paraguay.
Si bien Marset no tenía antecedentes en Uruguay, sí era buscado en el Estado guaraní, donde se lo consideraba un peligroso narcotraficante.El escándalo político por haber entregado el pasaporte, lo que facilitó que Marset saliera de prisión en Dubái y continuara prófugo, incluyó interpelaciones a los ministros Bustillo y Heber en 2022. En aquel momento, el oficialismo respaldó a los secretarios de Estado, considerando que el Gobierno uruguayo no sabía antes de entregarle el documento de identificación que el sujeto era un narcotraficante señalado por peligroso.
Un año después, grabaciones de llamadas y chats presentados ante la justicia por la ex vicecanciller Carolina Ache demostraron que los ministerios conocían el perfil de Marset y que incluso hubo gestiones para ocultar al parlamento que el Gobierno estaba al tanto de su historial delictivo.
La grabación de Bustillo pidiendo a Ache «perder el celular» para evitar brindar sus chats a la justicia y la cita a una reunión en la sede del poder ejecutivo para borrar los mensajes profundizaron las sospechas.
El 4 de noviembre, a su regreso de una visita a Washington, el presidente Lacalle Pou confirmó la renuncia de los ministros Bustillo y Heber, aunque consideró que no habían cometido ilegalidades en la gestión del pasaporte.
El mandatario sudamericano también confirmó que su secretario de prensa, Roberto Lafluf, convocó a una reunión a metros de su despacho, en la Torre Ejecutiva, aunque negó que el Gobierno hubiera eliminado pruebas requeridas por la justicia.