Estamos a horas de saber quien puede tener la oportunidad de gobernar un importante país sudamericano, la Argentina. Ayer se dió el último debate pre elecciones entre los candidatos Javier Milei y el ministro de economía Sergio Massa que en un rápido sistema de preguntas debieron plantear propuestas y soluciones a la extensa lista de inconvenientes que tiene el vecino país donde vive una importante cantidad de paraguayos. Algunos ya tienen la posibilidad de elegir quién podría ser su próximo presidente.
Se abordaron varios temas en el debate emitido para el mundo usando varias plataformas cómo la radio, televisión e internet. Todo para que el mundo pueda escuchar y evaluar bien al futuro elegido para que asuma la importante función del funcionario público más importante en el estado de cualquier país; presidente de la república.
Entre los tópicos presentados a los candidatos se destacan; la economía; relaciones de Argentina con el mundo; educación y salud; producción y trabajo; seguridad, derechos humanos y convivencia democrática.
Un debate que para algunos no tuvo los resultados que esperaban tener de una disputa del trascendente nivel cómo se espera de uno presidencial. En el que el ciudadano y habitante de la Argentina espera escuchar y ver desenlaces en enlace con dilemas que no sirven al país para reducir la pobreza o incomodidades que existan en una Nación muy golpeada . La misma que que en el pasado tuvo sus momentos de gloria y hoy sobrevive por tener la voluntad y ganas de remar en su realidad que no sirve para sacarlo del fangoso momento en el que existe por un buen tiempo.
Difícil elección
La sensación de los antikirchneristas es que Milei dejó pasar una gran oportunidad para enrostrarle a Massa dos cosas: lo pésimo de su gestión económica como ministro, y sus desopilantes contradicciones éticas (dijo que iba a destruir al kirchnerismo, y luego se abraza con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner).
Por otro lado se encuentra el neófito en la política Milei que intenta patalear en las aguas de una discusión política en la que Massa por su experiencia y tiempo en gobiernos pasados tuvo el control con las “propuestas” presentadas a un país y mundo que lo vió y está por verse cuánto calaron sus palabras e ideas en la mente del votante que tiene tiempo hasta el domingo para tener una idea de quién podría destacarse cómo un buen primer mandatario.
Un debate se gana por saber cómo y qué decir o responder bien en los tiempos determinados para hacerlo sobre temas planteados por los moderadores que en momentos tuvieron que interrumpir la discusión por tomar personalmente la postura de alguien en particular sobre su gestión o pasado incómodo. La mayoría de la población argentina espera tener una educación y alimentación que responda a las demandas que presenta un exigente mundo.
Una situación complicada en la que nos encontramos argentinos, paraguayos y hoy día casi todo el mundo distribuido por todos lados. En una situación donde no debe sobrevivir el más fuerte sino debemos entender que con la mentalidad de integrar nuestros talentos a los objetivos que presente una empresa o país en particular es cómo logramos el bien común y particular siempre.
La percepción del debate es que ganó Massa, habrá que ver si eso ocurre en las urnas el domingo próximo.