En una democracia, la participación activa de los ciudadanos es esencial. Los votantes tienen la oportunidad de expresar sus preferencias políticas y elegir a los líderes que mejor representen sus intereses. Esto garantiza que el gobierno esté en sintonía con las necesidades y deseos de la población. Ahora bien, qué pasa cuando el resultado de una decisión es sobre la base de un grupo que no tiene los principios republicanos y solo el de beneficio particular y de grupo, pasa lo que pasa en la actualidad.
Este sistema se basa en la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas, y es ampliamente considerado como el mejor sistema de gobierno, especialmente desde una perspectiva económica. Cuando no tenemos una conexión real entre las necesidades de la población y sus autoridades se configura el desastre y es la antesala de reclamos genuinos que pueden terminar con violencia como lo hemos visto hace una semana.
Ahora bien, es importante recordar porque es una ventaja tener una democracia. Por supuesto que la participación ciudadana es la línea de partida. Los líderes electos en una democracia son responsables ante sus votantes. Si no cumplen con sus promesas o no gestionan eficazmente, pueden ser destituidos. Esto crea un fuerte incentivo para la responsabilidad y la buena gestión, pero hay que darle vida.
A pesar de sus desafíos y limitaciones, la democracia sigue siendo el mejor sistema debido a su capacidad para promover un entorno económico saludable y sostenible. A medida que el mundo evoluciona, la democracia sigue siendo un faro de esperanza para el progreso social y económico. Para el Paraguay solo hace falta que no solo los que tienen mucho vivan bien. Necesitamos construir una conciencia social de este sector para que el entorno de estos sea mucho mejor y más seguro para vivir tranquilos y satisfechos de que el país es el lugar donde quieran vivir.