Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
La pandemia ha generado un duro golpe a la globalización, y especialmente a uno de sus grandes beneficiados en los últimos años que ha sido China. Las amenazas de este país en Australia al no investigar el origen porque de lo contrario serían sancionados con prohibiciones para la exportación de vino, no es más que una muestra de lo mucho que vamos a ver a lo largo del tiempo en torno a las responsabilidades, y qué es lo que los países deberían asumir como tales cuando se trata de un proceso en el que todos vivimos y nos afecta lo que hace el otro.
Aquella vieja expresión de que un aleteo en Malasia puede producir un terremoto en México, que apareció cuando la crisis financiera, bien puede aplicarse a esto de la pandemia. Como un virus en un mercado o en un centro tecnológico de Wuhan puede poner de rodillas a todo el mundo y detrás de esto lo que hace falta es mayor solidaridad, mayor trabajo en conjunto, mayor nivel de vigilancia, y sobre todo, una mayor responsabilidad a la hora de asumir el ser parte de un mundo global que no se reduce para nada solo al comercio.
