Si uno se tomara un tiempo en solo preguntar a su hijo, sobrino o nieto ¿que quiere ser de grande?, no respondería un oficio, título o empleo, diría directamente; quiero ser rico!, cómo si eso fuese estar encargado de algo en particular. Soy un millennial y escribir estas palabras al inicio de este artículo me hace sentir boomer o quizá de generaciones anteriores, preocupados desde ayer, hoy y siempre por sus hijos, nietos, sobrinos y cualquier persona menor de edad en los grupos humanos que formemos una familia. No lo que soy.
La cuestión financiera es un ejercicio que pocos se animan a iniciar, desarrollar, sostener y acompañar por los compromisos que significa el vivir con una persona distinta y hacerse cargo de personas que sí han logrado llegar al mundo y tienen sus básicas comodidades a conseguir. Deben estar agradecidos por el hecho que muchas parejas millennials ya no desean hijos y forman así parte del grupo de personas responsables del descenso de natalidad ya no solo a nivel país, continental sino ya es incluso de nivel mundial.
La respuesta de aquel infante que tuve en relación a lo que quería ser de adulto me llevó a cuestionarme acerca de muchos aspectos, primero en qué o cómo afectó la mente de generaciones de personas que piensan en el objetivo y no tanto en cómo llegar ahí. Esto siempre lo más importante para cualquier vida que solo con preparación y experiencia en lo que sea tendría la posibilidad de alcanzar tener lo que desee si realmente tendrá una función más importante que solo lucir o aparentar algo que sirva solo para alimentar la vanidad propia y no para hacer cosas que puedan servir para uno mismo o su comunidad.
Entre el millar de resultados que nos da un buscador en la red me encontré con uno titulado; ¿Cuánto dinero se necesita para ser considerado rico?. Es cierto que todos buscamos la comodidad, vernos y comer bien siempre, más a su vez es necesario entender que no podemos vivir o pensar viviendo en riquezas sin planes a futuro de lo que ya tenemos, inversiones cómo la educación, inmuebles.
Lejos de los 2 millones de dólares
Hay algunas opciones ara los entendidos como hacerlo también en la bolsa. Ahora ya con internet en manos del mundo, existe información y opciones para que cualquier persona pueda invertir en la misma sabiendo a tiempo real cómo le va a su inversión. Esta es una palabra que vale la pena tener en cuenta siempre, en todo momento y en cualquier lugar que visitemos o con quien estemos. Tomarnos unos minutos antes de empezar una charla con alguien, viaje a algún lugar o lo que signifique el primer paso en cualquier proyecto laboral, académico o de relación social.
Según la página de FORBES De acuerdo con la Encuesta de Riqueza Moderna 2021 de Schwab, empresa estadounidense de servicios financieros, tener un patrimonio neto de 1.9 millones de dólares es lo que convierte a una persona en “rica”. Hoy día en cualquier rincón del mundo sería suficiente para uno y las generaciones que vengan después de uno mismo, si el tener hijos se encuentra entre sus planes.
La caída en las expectativas de patrimonio neto podría deberse a la pandemia de Covid-19, pues la mayoría de la población consultada vio afectadas sus finanzas personales debido a la emergencia sanitaria.Sea por despido o reducción de su salario, muchos de ellos observaron cómo se redujo su patrimonio neto, mutando quizá algo aquella idea u objetivo de nuestros niños de “ser ricos” hacia verdades que ahora, han cambiado a otras tareas, agendas y actividades para hacer frente al mercadeo que se ha logrado meterse hasta en nuestro baño.
Ser rico por lo tanto no es fácil y menos para mi generación reacia a admitir la disciplina y el orden en sus finanzas. Estamos lejos de alcanzar los casi dos millones de dólares que se requieren para entrar en la categoría de ricos económicos.
