Muchas veces la edición me pide pensar y escribir acerca de temas que de acuerdo al presente que tenemos se hace difícil siquiera ver o imaginar un futuro para un sector social importante en Paraguay que es la juventud. Personas que están entre los 15 y 24 años, más hoy día acorde a la actitud de algunos no quedaría hasta esa franja etaria sino se extiende a unas primaveras o décadas más. Fui solicitado a reflexionar y retratar el mañana que tenemos o podemos tener los jóvenes de acuerdo a lo que hacemos o venimos haciendo hoy. Por esta razón decidí titular esto cómo una “misión complicada”.
Resulta complejo congeniar proyectos colectivos entre personas que no están habituadas a comprometerse en proyectos comunes o particulares y al hacerlo lo habitual es que termine mal cómo ya tenemos un elevado número de divorcios, suicidios y lo que signifique el fin de trabajos en equipo. No vemos la idea de colectivo como un valor personal ni social.
Las labores que se justifican y tienen sentido solo a través de las personas que hagan ese grupo, iniciativa, equipo no se manifiestan como modelos de exitos y hasta como país que nunca deja de formar parte del tiempo, su transición y lo que puede traer consigo. Todo eso demanda sobre todo estar listos particular y colectivamente para actuar bien a dilema que se presenten y pretendan destruir las ideas o el trabajo que haga el grupo de una franja etaria característica.
Ese proyecto-país no debe pensar, diseñar o desarrollar proyectos aislados sino debemos saber y entender que al estar todos en una nave, familia, barrio, ciudad o país o remamos juntos o la nave se hunde y perecemos todos en cualquier iniciativa que nos propongamos iniciar o trabajar.
Movernos entre todos
Además de problemas con los compromisos añadimos a eso el incómodo y desequilibrante consumismo y aislación que significa “trabajar” frente a pantallas o “espejos negros” que reflejan a internautas solos que buscan respuestas o compañias que dicen o figuran estar ahí aunque en realidad solo existan virtualmente cómo sus respuestas, ideas o pensamientos.A veces todo esto pueden ser hechos superfluos cómo la imagen de perfil o titulo de su nombre en la red social que no es bien usada para socializar reflexiones, trabajos o planteamientos que sirvan a todos mediante el aporte individual de alguien a ese algo que termine funcionando para el bien común.
Espero no seguir esperando respuestas que no llegan por desinterés a mis escritos, reflexiones o planteos hechos hace tiempo y ya actuar hoy para asegurar un buen mañana para nosotros y las generaciones que nos siguen. Las mismas que pueden estar cómodas o incómodas de acuerdo al estado en que vamos dejando nuestras casas, puestos de trabajo y familias que nos han criado y formado e inspirado para vivir sobre todo bien y sin intenciones de destruir nada sino construir momentos, trabajos sino similares, mejores a lo que han hecho nuestros abuelos y padres.
Tenemos más tecnología pero menos cercanía. Nos hace falta caminar juntos para llegar al exito como generación.