Singulares experiencias mentales
El ser humano en su afán de llegar más alto, lejos, ser más grande, fuerte o inteligente va desarrollando investigaciones, tratamientos, terapias y regímenes para poder alcanzar lo más cercano a ese punto. No sabemos que hay en la muerte o al final de nuestra vida que es un territorio, dimensión desconocida por todos hasta las personas que dedican su tiempo y conocimiento para estudiar lo que existe en ese momento y espacio incógnito pero real y probable de la vida de todos siempre.
Más aunque sea algo natural y orgánico debemos cuidarnos y evitar llegar a la muerte que es el fin del único viaje que nos da la satisfacción de poder oler, ver, escuchar, sentir y pensar lo que deseemos y nos haga sentir bien antes de partir. En nuestra mente pasan muchas cosas siempre incluso hasta el último momento de nuestra vida;
Neurólogos de Stanford encuentran el origen de las experiencias que tenemos antes de morir; El equipo ha dado con la clave inequívoca que explica científicamente las experiencias extracorporales. Con la intención de responder al ¿porqué tantas personas juran haberse visto fuera del cuerpo cuando han tenido experiencias cercanas a la muerte?. De lo máximo que sabemos o conocemos es el sonido de llantos y lamentos por el fallecido y ver su cuerpo en un velorio con sus ojos cerrados, siendo este el último momento que su imagen quedará registrada en nuestra mente del cuerpo de nuestro conocido o familiar que ha dejado de existir, y ya nunca más lo volveremos a escuchar o verse moviéndose entre nosotros iluminando con sus acciones o palabras las vidas de su entorno.
Hallazgos singulares
El Dr. Josef Parvizi, profesor de neurología en Stanford, comenzó su investigación cuando visitó a un paciente que experimentaba ese fenómeno, conocido como experiencia extracorpórea. Una experiencia que no sólo se experimenta cerca de la muerte sino también en otras circunstancias que nada tienen que ver con almas que suben al cielo y viajes astrales, sino con drogas o, en el caso del paciente del Dr. Parvizi, la epilepsia.
Parvizi explicó cómo el sentido de sí mismo del paciente cambiaba de repente, casi como si fuera un observador de sus propias conversaciones. Además, sienten que están flotando en el espacio. Los síntomas intrigaron a Parvizi, según cuenta la NPR, que “pensó que las convulsiones del hombre debían estar afectando a un área del cerebro llamada Córtex Parietal Medial (PMC).
De esta forma podemos aseverar que nos acercamos porque todavía no llegamos y volvemos de un momento natural de todos que no debemos provocar, apurar o provocar porque resulta el fin de todo y lo que podemos estar seguros que lo único que se encuentra en la otra dimensión es la nada, el silencio y lo gris.
La ciencia siempre se trabaja para dar a conocer curiosas novedades como lo expuesto por la universidad de Stanford, una casa de estudios californiana con más de diez mil alumnos. Que viven alrededor de libros y el deseo de saber y aprender métodos y teorías que cualquier cátedra les dé.
Lo que es posible saber y conocer que valga la pena de cualquier momento de cualquiera es siempre en la vida, el único viaje y tiempo que tenemos para conocer y conocernos bien lo que y cuanto querramos. Una vez la muerte haya llegado para cualquiera. Y aquí no está de más añadir el concejo de vivir bien,en orden y salud para nosotros y nuestros entornos sociales, es ahora la único
La oportunidad de sabernos vivos debe ser rescatada y atender como pasan las cosas en la cabeza de la persona que admiramos y tenemos cómo referencia en nuestra vida y la única forma de poder revelar esas ideas es a través de conversaciones reales, en vivo y directo o cara a cara. Desafortunadamente es una práctica que vamos perdiendo por la tecnología, trabajo u otras ocupaciones más importantes que la sobremesa o reuniones entre familia o amigos para conocer las novedades en la vida de las personas que “queremos” y no deseamos perder. Perdemos la vida mucho antes pero nos interesa la muerte.