Si no conocemos a alguien en particular que usa bastones o silla de ruedas para movilizarse muchas son aquellas que están en la lista de personas con discapacidad por accidentes, el haber nacido con problemas de salud o lo que lo haya llevado a ese punto de necesitar un artefacto y/o compañía humana para moverse de un lugar a otro, algo tan natural y necesario cómo respirar, escuchar, ver, oír o sentir.
Todo ser vivo necesita moverse o tener la capacidad de hacerlo para trabajar, convivir con otras personas y hacer alguna necesidad propia cómo ir al baño, comedor o simplemente oxigenar su mente en pequeños recorridos en su patio o la cuadra de su barrio si se encuentra en condiciones para hacerlo y no presente obstáculos o veredas destruidas, sucias o desordenadas que puedan ocasionar algún accidente a una persona que vive con acv o con problemas en sus piernas. Si funcionan, pueden sentir y sostener su cuerpo es mucho más importante que cómo luzcan, aspecto secundario y superficial que importa mucho a algunas personas.
Abren esperanzas
Hay una buena noticia, desde la medicina se desarrollan y proporcionan dispositivos, técnicas y ofertas para mejorar la calidad de vida de una persona que presenta complicaciones en sus extremidades inferiores. Por ejemplo, se sabe que después de un derrame cerebral, un exoesqueleto flexible ayuda a mejorar la marcha.
Un exoesqueleto es una estructura o armazón artificial que recupera total o parcialmente el cuerpo de una persona y permite aumentar sus capacidades físicas sl brindar la asistencia suficiente
Para ayudar a mantener una buena mecánica para caminar. Este dispositivo mejoró la independencia de los participantes. Un resultado que aún no se ha confirmado a mayor escala Al ser adquirido y puesto en uso uno puede volver a moverse quizá no con la misma velocidad o fuerza que antes más si lograría estar de pie y caminar levemente a algún lugar.
¿Y si una tobillera permitiera a una víctima de un accidente cerebrovascular (ACV) mejorar su autonomía de marcha y poder caminar más cómodamente sin acompañamiento humano?. La sensación de confianza, independencia, alegría y poder que uno volvería a tener sería una notable experiencia de la persona que cuente con la capacidad de volver a moverse sin ayuda de terceros o dispositivos diseñados para eso.
La tecnología para darnos fuerza sobrehumana ya está en marcha. Pero han comenzado a aflorar dudas en cuanto a las razones éticas para desarrollarla y en qué circunstancias deberíamos usarla.
Nuevos retos
Un exoesqueleto, como su nombre indica, es una estructura externa que puede usarse para sostener el cuerpo, ya sea para ayudar a una persona a recuperarse de una lesión o para mejorar sus capacidades biológicas. Impulsado por un sistema de motores eléctricos, proporciona más movimiento, fuerza y flexibilidad a nuestras extremidades. Y así es una oportunidad más que desde la medicina y la ingeniería.
De hecho desde la facultad de ingeniería de la UNA o FIUNA se encuentra en desarrollo sistema para exoesqueletos robotizados. La innovación fue emprendida por Rodrigo Manuel Lebrón García y Arturo Yoshiyuki Umeyama Matsumoto, en el marco de su tesis para graduarse como ingenieros en Mecatrónica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (FIUNA). Dos ciencias tienen por un objetivo, mejorar la calidad de vida del ser humano y ayudarlo a recuperar e incluso a tener un mejor sentido mental para poder controlar y hacer algo con partes del cuerpo dañadas por algún hecho indeseable o imprevisto.
