En el mundo hay muchos insectos, de distintos tamaños, colores e incidencia en la vida humana. Sin embargo, en Islandia hay un bicho que molesta mucho volando alrededor, su nombre empieza con m de molestia y termina con a de asqueroso.
Así es se trata de la mosca, una alimaña que produce asco porque es habitual encontrarla en la basura o posándose sobre materia fecal animal que luego sus restos es transportado por ella para contaminarnos al entrar en contacto con nosotros o nuestro alimento que al estar en la mesa esperando a sus comensales deben estar cubiertos por algún elemento que evite que este insecto se pose por los comestibles.
El hallazgo que la ciencia ha hecho se trata sobre esa combinación de comida y moscas se trata que a las moscas les gustan los objetos azules porque confunden el color con la comida. Este descubrimiento puede ayudar a combatir las enfermedades propagadas por las moscas y hacer que las trampas sean más efectivas para cazar a este molesto bicho que molesta, enferma y perjudica a mucha gente en el planeta.
Las moscas que pican se sienten fuertemente atraídas por los objetos azules porque confunden el color con un animal del que quieren darse un festín dijeron los científicos.
El trabajo hecho podría ser importante para abordar enfermedades como la tripanosomiasis africana humana (enfermedad del sueño) , que es endémica en el África subsahariana y, sin tratamiento, generalmente es fatal. También podría usarse para controlar la mosca de los establos muy común, que es una plaga global dañina para el ganado, y toda persona que esté cerca del mismo.
Lo que ha llevado a concluir el hacer trampas azules para poder atrapar de una vez rápidamente al riesgo que vuela cerca de todos en casa, la oficina, escuela o trabajo. Lugares que tenemos en común con otras personas que pueden ayudar a efectivizar el “trabajo” contra este insecto.
Combatiendo sus efectos
Conocemos que en el paquete de regalos de la mosca tenemos la tifoidea, la paratifoidea, cólera, disentería bacilar y la diarrea infantil.
Si bien existen insecticidas promocionados para deshacerse de estos bichos también se han desarrollado trampas caseras que por su éxito han llegado hasta la red global y son;
- Llenar un bote de cristal ( como el de las velas o los tarritos de cocina) con tres cucharadas de azúcar blanco y jabón de manos (cuánto más espeso mejor) y dejarlo en la intemperie y con el tiempo ver cómo se van terminando automáticamente. Esta solución no es suficiente para los que prefieren trabajar un poco más y eliminar la vida de este insecto con el papel diario o el matamoscas que son efectivos si uno cuenta con el pulso, velocidad y cálculos exactos para dar con el bicho.
Después de este descubrimiento en Islandia en poco tiempo la molesta mosca tendrá una nueva compañía del color del cielo o mar para hacerlo callar y poner fin a sus paseos habituales por nuestra cocina o espacios donde necesitemos seguridad para poder trabajar, comer o estudiar sin riesgo alguno. Es una buena noticia.