El exprimer ministro ha muerto este lunes tras ser ingresado de nuevo en el hospital San Raffaele de Milán por las complicaciones de salud provocadas por la leucemia crónica que padecía.
Berlusconi es el gran precursor del populismo y la madera podrida de un líder que utilizó la política para evitar la cárcel, promover sus negocios y crear un estado de opinión degradante.
De acuerdo con las informaciones del periódico italiano La Stampa, Ignazio La Russa, presidente del Senado de Italia, ha ofrecido la institución como capilla ardiente antes de la celebración de un funeral, que se espera que sea de Estado, algo que para los medios italianos es “una obviedad”. Este funeral se llevaría a cabo el miércoles 14 o el jueves 15 de junio con la asistencia de numerosos mandatarios políticos de todo el mundo, así como empresarios de todos los sectores.
“No voy a morir ni aunque me maten”. Silvio Berlusconi recurrió a este conjuro sobrenatural cuando adquirió consciencia de su posición marginal en la política italiana. Aspiró hace un año a convertirse en jefe del Estado, en presidente de la República, pero las señorías decidieron escarmentarlo con el rechazo integral e integrista a sus expectativas. Era una eutanasia para remediar el último latigazo del caudillo y prevenir el delirium tremens con que el Cavaliere pretendía sepultar a Italia.
Fuente: El confidencial