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El hablar y el cerebro

El uso de la boca no solo para alimentarse sino para comunicar ideas a alguién tiene una fuerte incidencia en la gente que nos rodea, en especial los recién nacidos o bebés. Los científicos encuentran un vínculo entre los niveles del habla adulta y la mielina infantil, que rodea los nervios y hace que las señales sean más eficientes. 

Por esto, aunque no entiendan nada de lo que les digamos, hablar con los bebés puede ayudar a dar forma a la estructura del cerebro y también aumentar la velocidad y capacidad para que estos puedan comunicarse haciendo uso de sus bocas sin que el teléfono sea su primer medio de comunicación entre seres humanos. 

Nuestra primera herramienta para emitir sonido y a través de esto con palabras comunicar lo que hoy día ya ha dejado de ser utilizado por la presencia de la tecnología que ha hecho el uso articulado de las palabras con la boca un medio poco o ya no usado porque la gente prefiere comunicar sus ideas con emojis, apócopes o lo que tenga el teléfono “inteligente” para entrar en comunicación con el interlocutor para que este entienda y procese el mensaje. Pero eso no es asi en la evolución humana.

Un amigo me dice que desde la presencia del dispositivo que se ha vuelto en una especie de prótesis de muchos brazos y manos del mundo la boca y el oído que sirven para mucho más que para introducir comida en nuestro sistema para  oír música o ruidos de la calle o lo que se considere molesto para los oídos que La exposición al ruido que destruye paulatinamente las células ciliadas dentro de la cóclea que se encuentran en el cerebro que es un órgano importante para pensar bien lo que ayude a todos siempre.

Aprender escuchando

La cantidad de habla adulta a la que los niños están expuestos en sus primeros años puede ayudar a dar forma a la estructura de sus cerebros, dicen los investigadores. Es importante que los recién nacidos se encuentren en entornos de personas dialogando y relacionándose cómo lo hacían nuestros bisabuelos y las personas que existieron en el mundo ayer y que han construído lo de hoy.

Más no creo que sea de su agrado o comodidad existir en nuestro hoy para estar en una reunión de personas separadas o aisladas por “espejos negros” que no son la manera más efectiva de cerrar tratos, compromisos o conocerse entre personas. Muchas  que no están en nuestro día a día y que pueden servirnos para cualquier proyecto que solo sea posible llevar adelante entre más de una persona con sus funciones en orden una conversación que no se limite a ser un chateo mecánico y poco o nada humano. 

Los estudios han sugerido previamente que hay beneficios al hablar con niños pequeños, y la investigación sugiere que puede ayudar a mejorar su procesamiento del lenguaje y aumentar su vocabulario. Para que en un futuro puedan entender y responder con rapidez cualquier tipo de solicitud o pedido que se le haga oralmente.

Notables hallazgos

A medida que el cerebro se desarrolla, la cantidad de mielina aumenta. Sin embargo, el equipo investigador del tema expuesto  encontró que, para los niños de 30 meses, una mayor cantidad de habla adulta se asoció con una mayor cantidad de mielina en las vías relacionadas con el lenguaje en el cerebro. La vaina de mielina permite que los impulsos eléctricos se transmitan de manera rápida y eficiente a lo largo de las neuronas

Para que estas trabajen bien con el fin no solo de tener buenas notas en nuestros estudios académicos sino para tener buenas relaciones entre los que integren nuestra aula o espacios de trabajo donde del buen uso de la palabra se pueden alcanzar importantes éxitos entre las personas que integren cualquier equipo que solo puede trabajar bien si solo existe un buen y fluidas formas de comunicación entre sus integrantes. Por este motivo estimulemos y motivemos la conversación o cómo dice su etimología u origen de la palabra; ‘convertir’, con la acción de dar vuelta algo, de hacer girar, de hacer cambiar de opinión con buenas razones. Y de esta forma iniciar, desarrollar o sostener relaciones humanas sólidas y permanentes.-

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