El título es el cuestionamiento que se hacen los candidatos antes de entrar al ring de las elecciones generales previstas para abril que está a la vuelta de la esquina, por el rápido paso del tiempo que debe ser entendido tanto por el mandatario cómo por el mandante para actuar juntos. Hay demasiadas urgencias no atendidas en el Paraguay que no pueden continuar en la misma manera: salud, educación, empleo y vivienda son algunas de ellas.
Sabemos que es siempre el deseo de quien habite en cualquier rincón del mundo es que las cosas funcionen bien, en orden y sobre todo ligados a las promesas hechas por los candidatos que pretenden llegar a ser los ejecutivos de un país. Entre las promesas y la realidad hay un largo trecho que lo sabemos desde la primera elección en democracia aquel 1 de mayo de 1989 que eligió al General Rodriguez como presidente. El 15 de agosto se abrirán unos nuevos cinco años que pueden ser buenos o malos de acuerdo a lo elegido por el que participe del sufragio que en su mayoría se espera que sean los jóvenes millenials que demográficamente en nuestro país somos una parte importante de su población y que ya veremos cuantos actuamos y nos sabemos sentir en los comicios.
Participar para cambiar
Para llegar a ocupar un lugar donde esperamos que trabajen bien hay que participar no hay de otra. No sirve aquello que no se quienes son ni que proponen. O me quedé pegado a las sábanas y no fui a votar. Si no te levantas y votas no te quejes porque te han robado tu futuro.}
Si fuéramos un cuerpo humano uno que debe bombear bien la sangre para hacer que el resto de los órganos del cuerpo político, social y humano respondan bien al Paraguay la tarea es que nos comprometamos evitando que cualquier tipo de virus ingrese o se desarrolle desde nuestras instituciones. Pero para eso hay que participar y una de las maneras es votando.
Estar llenos de “significativamente corruptos” no atrae sino espanta inversiones y nos desalienta como comunidad.
Si existe participación de electores bien informados de sus candidatos, sus propuestas y si realmente garantizan seguridad y progreso para el país y su población estamos comenzando a cambiar. Cada generación toma un compromiso y esta es la nuestra pero para eso debemos hacernos escuchar. Zapatear, hacer ruido y por sobre todo ir a votar por los mejores. Hay algunos que valen la pena y no podemos perder esta oportunidad.