Todos los días aprendemos algo nuevo en la escuela de la vida, me tocó escuchar la palabra furcio y ella fue sujeto de investigación para entender lo que significaba. Una expresión relacionada a este concepto lo vertió el candidato a presidente del país para abril, Santiago Peña cuando afirmó que los argentinos no quieren trabajar. Furcio que significa un error o incorrección oral es lo que aconteció con esas expresión poco feliz.
Lo hizo en una conferencia de su campaña presidencial donde en un momento de su exposición cataloga de “vagos y haraganes” a los argentinos. Dirán que la perfección no es un valor que cualquiera en el mundo pueda ostentar y los errores cómo este son normales más cuando se habla a un público y que la persona no tenga tanta empatía con el argentino que en el caso de Peña es llamativo porque tiene ancestros argentinos y a veces le traiciona el deseo es quedar bien con el espectador.
Lo ocurrido nos lleva a evaluar lo que la realidad expone de tener a dos millones de paraguayos viviendo en este país desde hace tiempo por las oportunidades que Argentina ofrece al extranjero en sus tierras.
No podemos calificar estas maniobras de premeditadas o intencionadas por alguien que esté exponiendo sus ideas y más aún si están ligadas a serios proyectos o intenciones de presidir nada más y nada menos que un país.Peña en su discurso también dijo; “¿qué es lo que quiero para el Paraguay?, quiero un Paraguay donde no haya pobres, un país donde haya gente que quiera trabajar y no consiga trabajo” o lo dice representando al partido colorado que generó en 70 años de gobierno 2 millones de pobres adentro y dos millones de expulsados por la misma razón hacia la Argentina.
Pensar antes de decir
Esto no luce, se escucha ni siente a furcio sino una elegante y cortés forma de dirigirse a potenciales votantes que asisten y esperan tener palabras coherentes con su necesidad, momento y condiciones que esperan sean cambiadas luego de las elecciones del 30 de abril pero no analiza el contexto de la realidad.
Para evitar que este termine emigrando y dejando sus familias y/o proyectos particulares debe existir un gobierno que la gente se halle en el Paraguay y no tenga que emigrar porque eso posterga su desarrollo y progreso cómo país. Ahora nos tocará escuchar en varios discursos de candidatos cosas parecidas y que deben cuidarse de cometer furcios o graves errores comunicando ideas y proyectos. Eso ocurre casi siempre porque no se piensa en lo que se va a decir.
Dependiendo de la participación ciudadana tendremos un gobierno que trabaje y responda bien sin llevar el término furcio a las acciones de cualquier gobernante por lo que deba hacer bien y por errores inofensivos terminen siendo malas operaciones que hagan quedar mal a un país cómo fue el error de Peña en su reciente discurso.
Requerimos más personas asertivas y menos personajes que divaguen y no digan nada o que nos hagan quedar mal.