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Amistades falsas

El amigo es “la familia que uno elige” más no siempre se comportan cómo familia, no se ponen contacto contigo, te hablan, buscan o comparten un espacio de tiempo con uno.  Hay una crisis de la amistad como la conocíamos?

Según la Real Academia Española, se define la palabra amistad cómo  el afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.

Uno que se desarrolla realmente cara a cara, escuchando, hablando, y viendo las expresiones del contertulio. Sin embargo, estos tiempos de redes sociales han cambiado la ecuación. 

No son ciertamente los “amigos” por facebook, “siguiendo” a alguien en  instagram o twitter  o suscribiendose al canal de un usuario en youtube y observando o escuchando lo que cualquier pantalla nos enseñe de un usuario virtual o no existente en una red que se destaca por mentir y no poseer los valores de una fuerte amistad. Esa  que funcione no solo para reunirse de tanto en tanto para comer o beber algo sino para dialogar o socializar ideas y temas que hagan más sólida cualquier relación humana.

Cambiar los modos

Las palabras relación y compromiso en la sociedad van perdiendo fuerza, calidad y práctica hoy día, teniendo en cuenta sólo la cantidad de divorcios y separaciones que ya viene reuniendo mi generación, una que es calificada por algunos  cómo “generación perdida” por ser una que no tiene la más mínima capacidad de avanzar juntos hacia un mejor destino.

Generación consumista, egocéntrica, individualista y muy “sabia” solo por tener una prótesis o “teléfono inteligente” que nos miente al hacernos creer queridos y /o importantes por tener registrado un elevado número de “amigos”, “seguidores” o “suscriptores” quienes  finalmente son personas virtuales o contactos que realmente no conocemos y no confiaríamos en ellos lo que solo un familiar o amigo real puede cumplir.

A esta lista desagradable de calificativos que tiene mi generación, le añadiría que somos la generación de amistades falsas o aquellas personas que aparecen en fotografías y nombre o títulos atractivos que nos hacen creer que somos importantes solo por estar en su lista de “amigos” o más bien diría que debe cambiarse dicho título importante por el de “contactos”.

Recuperar la cercanía

Personas con quienes contactamos al encontrar algo en común que quizá con el tiempo y distancia que nos separan ya van dejando de volverse tan comunes como lo fueron cuando se establecieron en aquel agradable encuentro real. Hoy hasta lo  virtual  tiene algunas ventajas  para las amistades reales cómo el poder hacerse ver o escuchar en las videoconferencias para no hacer tan mentiroso, falso u oculto las relaciones entre los integrantes de cualquier grupo. 

Es posible sostener y mantener si se establecen tiempos y lugares para hacer encuentros que sirvan para compartir cara a cara los hechos de las vidas de los integrantes del grupo de amigos aquellos que representan y representarán el mejor vínculo con la vida, dependiendo del estilo  que sea practicado por las amistades cuyas existencias pueden mejorar o empeorar de acuerdo a la influencia que demos o absorbamos de ellos. 

La amistad que cosechemos, busquemos o desarrollemos está muy ligada a la forma en que viajemos por la vida, si es un recorrido ordenado y limpio, así serán nuestros amigos.

Que deben ser sobre todo reales, aparecer, hacerse ver y escuchar sin timidez, miedo o cualquier tipo de sensación que nos separe, sino que nos una y conecte con fuerza para hacer crecer la confianza de poder contar con una persona que responda con lo necesario para una relación verdadera y cierta. Una  finalmente que se sostiene sobre hechos, personas y acontecimientos reales y no virtuales o falsos que es lo que consumimos y vivimos hoy.- 

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