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Hábitos y metas

“El tiempo vuela”  dice mi madre. Veo el cielo y solo distingo aves y no relojes  con manecillas y  números, luego hago una comparación del inicio del viaje en el vehículo desde que iniciamos el recorrido hasta donde llegamos y no creo que la hora haya dejado de ser lo que era antes Aquí el primer hábito es marcar  la rapidez con que optamos movernos en la calle para evitar accidentes. 

Si somos conscientes que el tiempo corre más rápido que lo habitual y no podemos hacerlo más lento ni volverlo atrás, solo queda ordenar nuestro viaje para hacer más seguro el mismo evitando gritos y malos ratos con otras personas que también viajan con nosotros. Hace calor y el malhumor es mayor. Lo entiendo. 

Es cierto que también uno tiende a fijarse metas u objetivos al iniciar una nueva carrera, sin embargo propongo transformar  dicha costumbre por cambiar hábitos para mejorar nuestro entorno y la relación social procurando hacer un 2023 mejor. Es cierto que el hábito etimológicamente es el vestido, pero también es la forma de ser que es algo que los paraguayos debemos ajustar y darnos cuenta que hoy día no se limita a vivir en su país sino en el mundo que exige claridad en la comunicación por ejemplo. 

La comunicación oral es fundamental y distintiva del género humano.  Pronunciando las consonantes y dándonos cuenta que el alfabeto español cuenta con  más de 70.000 palabras nos damos cuenta de la limitación que tenemos al describir el mundo que nos rodea. Otro hábito obstaculizador es  el distractivo teléfono y en contraposición por ejemplo optar por la lectura que bien sabemos porque nuestros libros siguen esperando por nuestros ojos y cerebro para hacer que sus palabras viajen por nuestra mente enriqueciendo el vocabulario, ideas y temas de conversación. 

Practicar buenas maneras

Aquí una pausa para compartir cómo los buenos hábitos han hecho que mi prolongada recuperación sea un éxito Nunca pensé en volver a caminar o hablar mejor que antes sin embargo hoy día hablo en radio y camino con bastón y férulas que aunque molesten son mis herramientas de movilidad y  no puedo dejar de vivir sin ellos porque es lo mismo que mi vestimenta que si no me gusta no puedo salir desnudo a la intemperie o comer con la mano en un lugar público o caminar con los pies descalzos sobre la vereda del centro con el calor del verano. Cada vez que cometo un error o un accidente ocurre al preguntarme si estoy bien respondo:  sigo vivo, más no es suficiente seguir vivo para no volver a cometer el mismo error. 

La clave es aprender de los errores pasados para no volver a incurrir en los mismos evitando la preocupación del entorno y llegando a la independencia de ayuda o asistencia.  Es lo mismo finalmente lo  que espero del gobierno actual dejando de lado los préstamos y ayuda de ongs para llevar adelante  la revolución de nuevas costumbres. Volviendo a lo que fuimos y lo que hemos logrado hace años haciéndonos un país independiente pero que eso junto con la  libertad significa moldear un modo de ser, un ethos que nos defina como sociedad previsible y de buenos hábitos.

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