Una democracia es un sistema en el que existen mandantes, mandatos y mandatarios donde el ciudadano puede, tiene y debe mandar al funcionario para que este gestione eficazmente el Estado y cuyos operadores deben responder bien al demos, pueblo o dueño del poder.
Boric, el presidente de los chilenos fue evaluado en su evaluó gestión dando cómo resultado que el 70 % desaprueba su tarea cómo primer mandatario del país que optó por tener a un millennial como persona que presida la república que ha tenido presidentes más experimentados en la democracia que este país tiene desde 1990 con la caída de su dictador Augusto Pinochet.
Gabriel Boric es un personaje curioso en la política latinoamericana, que exhibe a un hombre joven dispuesto a tomar las riendas de un país de 756.950 km² con sus dilemas, exigencias y todo aquello que prometió corregir desde su asunción el 11 de marzo del año pasado. Su país es junto con Paraguay y Brasil uno de los mas desiguales de América Latina.
La encuesta de “Plaza Pública Cadem” mostró al mandatario en su peor momento tras el rechazo mayoritario a los indultos que otorgó a fin de 2022.Uno cree que lo pasado ya está olvidado, pisado y quemado más la lógica de la historia nos enseña que debemos exigir siempre algo mas de nuestros mandatarios. La cuestión no se acaba con la simple elección sino en la gestión propiamente. La misma que debe estar saturada de aprobaciones y satisfacciones del mandante de cada democracia del mundo. Que no es para redimir gestiones particulares para por sobre todo para cumplir bien con lo prometido y lo que desea el mandatario.
Ahora quizá tarde se da cuenta de su error al votar el elector y es lo que debemos evitar en Paraguay este año, participando en las elecciones luego de haber evaluado las soluciones dadas por los candidatos que veremos en Paraguay en abril. Cuarto mes del año que probará que es importante conocer bien para luego realmente, o legalmente ir a votar, ejerciendo así valer nuestro poder cómo ciudadano comprometido con su país.
Demandas insatisfechas
El elector ya no debe esperar promesas, personas que por su figura, palabras o títulos acumulados responda bien a las complicaciones que no ayudan sino entorpecen rutinas, proyectos y vidas de los habitantes ya no solo de un país sino del mundo que desafortunadamente ya no necesita solo de buenos líderes sino de excelentes seguidores que no destruyan palacios legislativos, ejecutivos y judiciales como en Brasil sino construyamos entre todos un país que luego sería reconocido no solo por nosotros sino por el mismo mundo que observa nuestra accionar en tiempo real.
La encuesta de “Plaza Pública Cadem”, la más esperada en el ambiente público chileno, destacó esta semana que la desaprobación del Presidente Gabriel Boric subió 9 puntos, alcanzando un 70%. En la entrega del 30 de diciembre, la cifra había bajado desde el 66% al 61%, sin embargo ahora, el porcentaje de desaprobación de Boric en el mes de enero subió nueve puntos y se instaló en un 70%, el más alto en lo que va de mandato.
Uno que debe o debió responder a una serie de necesidades conocidas como;
- Descontento con el modelo socioeconómico neoliberal.
- Alza en el precio del transporte público de Santiago.
- Desigualdad social y económica y alto costo de la vida
- Abusos de poder y casos de corrupción
- Casos de colusión en bienes de primera necesidad y medicamentos
- Aumento del desempleo y cierre de empresas.
Que quizá solo están en la primera página de reclamos ciudadanos a Boric que tiene uno de los empleos más serios en la vida de un ciudadano; dirigir una de las empresas u organizaciones más complejas que es nada más y nada menos que un país. La ciudadanía chilena bastante exigente le pide mas calidad de gestión a su joven presidente.