La naturaleza tiene sus misterios y estrategias para sorprender y revivir aunque vivamos en tiempos de deforestación, calentamiento global y todo aquello que dañe o destruya a nuestra flora y a veces hasta nuestra fauna. Se dan hechos cómo el identificado con la magnolia o la flor tropical indulgente con beneficios emocionalmente calmantes y que se encuentra también entre nosotros.
Esta planta, miembro de nuestra flora no es una especie que se ve, nace o desarrolla con habitualidad, ahora un fotógrafo olfateó la especie de magnolia que no se había visto en un siglo lo que convierte en un hecho noticioso.
Eladio Fernández fue recompensado después de una ardua caminata por una montaña haitiana, siguiendo los pasos del botánico sueco que vio por última vez la fragante flor en 1925.
Una grata sorpresa
La magnolia se ha utilizado tradicionalmente en la medicina china y japonesa para el tratamiento de gran variedad de afecciones neurológicas, como la ansiedad, la depresión, los trastornos del sueño, la inflamación, el dolor y las convulsiones.En algunos casos hasta sirve para decorar espacios por transmitir calma, belleza y armonía.
Lo curioso de este hecho es que la flor no fue identificada con los ojos por el fotógrafo sino por su olfato que percibió el aroma que despide esta planta que ha llegado a perfumar a algunos cuerpos que se hacen de su olor a través del perfume y la industria de los cosméticos que depende mucho de la naturaleza para poder diseñar, producir y ofertar flores, árboles y toda especie vegetal que dependiendo del habitante pueden continuar homenaje dándonos con su reaparición o entrar en la lista negra de las extintas.
Magnolias que se creían desaparecidas reaparecen de forma sorpresa. Hay que mejorar el asfalto.productos al mercado. Este negocio puede dejar de tener esta oferta si se acaban las plantas.
