martes, noviembre 5, 2024
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Bad bunny, bad concert

Con la secretaria de estado de tributación pisándole los talones a los organizadores del evento del conejo malo que convocó a mucha gente. Se calcula que 50 mil asistieron al estadio de Cerro Porteño para corear, bailar y disfrutar de la presentación del boriqueño de cuestionada calidad en música y en lírica. Mucha gente fue estafada y el estadio tuvo más gente que la podía albergar sin correr riesgos. Afortunadamente no pasó nada malo por los detalles y llamadas de atención de un evento que debió prever sobre todo, cualquier riesgo para la persona que pretendía tener una noche de distracción artística en paz. 

Entre los problemas identificados del concierto resalta que hubo; 

  • Sobreventa de entradas
  • Falta de seguridad apta 
  • Falta de salidas de emergencia.

Se temía lo peor y muy especialmente a una empresa que ya tuvo serios inconvenientes con otro concierto en San Bernardino que se cobró vidas al inicio del año. 

Se estima o espera siempre  que aspectos básicos de seguridad sean previstos si existe la intención de traer a cualquier artista que tenga la posibilidad de reunir a tanta gente una noche sobre todo para evitar dilemas mayores y malos momentos.  Bad Bunny o el conejo malo o cualquier animal que de afuera venga al país para hacer “ruido” cómo es calificado el estilo de música del reguetonero. Podemos decir que nos salvamos de algo grave esta vez pero no puede seguir de la misma manera la organización de este tipo de  eventos. 

Fuera de tratar de entender que  es lo que ha logrado generar una gran cantidad de adherentes que lo disfrutan y hasta arriesgan por unos minutos apreciando en vivo la visita de sus artistas. Un fenómeno social que movió millones de dólares y que ahora los de tributación están interesados también en cobrar más. .

La buena cantidad de dinero que generó no solo al conejo sino a su equipo que ayuda a hacer el espectáculo también debería alcanzar a todos incluido el fisco.

En las redes sociales  se dieron con hilos de quejas y protestas que no debieron existir sobre todo previo a eventos cómo este para que no concluya en hechos lamentables. Debemos aprender de cada experiencia y en especial de este último que tuvo carácter masivo.

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