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Hubris: la enfermedad del poder

El informar o informare significa poner en forma hechos o eventos de interés público que deben ser  sobre todo noticias reales basadas en investigaciones y trabajos  no inverosímiles  sino sobre todo apegados a la realidad para lograr atraer público y hacer que este termine promoviendo, “compartiendo o haciéndose eco de lo leído, visto o escuchado, ayudando de paso al medio de comunicación.

Uno que puede destacarse y ser parte de la vida de personas que encuentran confiable o agradable y cómodo  estar informado en su compañía.

Que a su vez puede reunir muchas personas siguiendo, consumiendo su trabajo o perder a su público si éste identifica el uso de información falsa (fake news) para hacer un trabajo noticioso.

Lo curioso de esto es que la proliferación de redes sociales alternativas ha ayudado a afianzar la información falsa y engañosa como elemento clave de la política estadounidense.

En algunos países cómo los EEUU  esta forma de hacer periodismo ya forma parte del día a día del trabajo periodístico. Y al ser identificado es utilizado cómo parte de estrategias políticas para hacer llegar su mensaje al público.

 Por ejemplo se dió que La mañana del 8 de julio, el expresidente Donald Trump recurrió a Truth Social, la plataforma de redes sociales que fundó con gente cercana a él, para afirmar que había ganado las elecciones presidenciales del 2020 en el estado de Wisconsin, a pesar de todas las pruebas que evidenciaban lo contrario.

Lo que requiere siempre tener un público bien informado y dispuesto a denunciar en las mismas redes usadas para difundir estas “noticias” que sirven más para confundir y hacer perder la forma de los acontecimientos que poner en forma o informar bien lo ocurrido

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