Indudablemente la guerra de Rusia contra Ucrania ha impactado severamente en términos económicos en el campo de la energía. En España no sienten tanto porque los proveedores de gas son de origen marroquí y argelino, pero sin embargo, se dejan guiar por las mismas variables de precio que genera la guerra, con lo cual tampoco están muy contentos los españoles con lo que tendrán que pagar para llegar a la calefacción ideal durante este invierno que está pronto a iniciarse.
Lo concreto y cierto es que Europa no ha demostrado tampoco una respuesta acorde a lo que se esperaba de ella, ante una crisis del tamaño que tiene en la actualidad, Ucrania se ha postulado para ser miembro de la Unión Europea, pero todavía el procedimiento ha tenido más un tratamiento político, que económico, mientras tanto en países que dependen del gas ruso, como el caso de Alemania, comienzan a tiritar y especialmente a preguntarse cómo harán para que lleguen a los niveles de sobrevivencia de este duro invierno europeo que se avecina.
