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Solos pero en redes sociales

El principal propósito de las redes sociales es el de conectar personas y que no termine siendo esta intención lo que se destaca en un titular de opinión de un medio inglés que dice; “finalmente, tenemos evidencia de que el infierno son los demás en las redes sociales”.  Esto nos lleva a concluir que la culpa no es de las redes sociales per se sino de sus integrantes, nosotros que la hacemos adictiva, molesta y distractiva, ayudando así poco o nada para nuestro día a día.

Desplazarse por twitter o actualizar Facebook definitivamente se siente como si fuera malo para ti, ya que nuestra atención se pudre y el significado se drena de nuestras vidas.La solución a esto no debemos esperar de las plataformas que usamos para “conectarnos” con otras personas, sino se encuentra en el tiempo y la forma en que damos uso de estas herramientas que nos deben servir para hacer algo. La clave es no estar pendientes de una respuesta en las plataformas que se nutren de nuestra información para luego venderlas a empresas que nos bombardean con su intenso marketing para hacernos víctimas  de sus ofertas.

Esto se  evidencia  además en el aumento de la mala salud mental es fuerte, con un 30 % de personas de 18 a 24 años que reportaron un trastorno mental común en 2018-19, frente al 24 % a principios del milenio, por lo que es difícil no preocuparse de que este debate se hace eco de los argumentos de mediados del siglo XXI.

Entre los aspectos negativos del uso de las redes sociales, se ha mostrado una asociación con depresión, síndrome de déficit atencional con hiperactividad, insomnio, disminución de horas total de sueño, disminución del rendimiento académico, repitencia y abandono escolar.

Estos  solo son unas características de lo que el comentario etiqueta cómo la experiencia infernal o negativa para el usuario que debe tener cuidado con la forma y tiempo dedicado a estar frente a sus pantallas para “estar en contacto”, alimentar el morbo o “distraerse un poco”

Volver a lasa raices

Es posible que los jóvenes de hoy no fumen, pero es difícil creer que las nuevas formas de adicción sean completamente inofensivas.

A juicio de muchos expertos, el uso de las redes sociales puede generar serias adicciones con sus consiguientes consecuencias: ansiedad, depresión, irritabilidad, aislamiento, alejamiento de la vida real y de las relaciones familiares.

Las relaciones humanas que no son efímeras, innecesarias o molestas sino son el todo en la vida del ser humano, el estar frente a frente, escucharse, verse y evaluar las intenciones de las preguntas y respuestas en un diálogo para fortalecer o aflojar las intenciones de acuerdo a los intereses particulares de las partes en una conversación.

Este antiguo ejercicio  de la historia humana  va perdiendo practica, fuerza e importancia  por la existencia de un “espejo negro” o pantalla entre nosotros  que  solo nos enseña imágenes, texto y reacciones virtuales sino nos agota en nuestro potencial humano.

Debemos volver a las capacidades que nos permitieron sobrevivir como seres gregarios y sociales y no agotarnos en las meras cuestiones deslumbradas de las redes sociales.-

 

 

 

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